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C). Documentos relativos al milagro sucedido en el entierro del P. Serafín de L eón y asimismo al enterramiento, tanto del mencionado religioso, como del P. Antonio de Jimena. «Copia de la petición que en Cacheu hicieron los PP. Fr. Teodoro de Bru– selas y Fr. Basilio de Cabra, para la justificación jurídica de un milagro que se notó en el entierro del V. P. Fr. Serafín de León, cuyo original está en el Archivo de Indias: »Fr. Teodoro de Bruselas y Fr. Basilio de Cabra, religiosos capuchinos de la Orden de N. P. San Francisco y Misioneros Apostólicos por la Santidad del Señor Papa Alejandro VII, de gloriosa memoria. Habiendo venido de la Sierra Leona a esta población de Cacheu, habiendo oído decir que la muerte de N. M. R. P. Serafín de León, Misionero Apostólico que fué en estas partes de Guinea, fué en esta población de Cacheu y se enterró en la iglesia siendo Vi– cario de ella el Ldo. Simón Cabral Carmelo, y capitán y gobernador de esta plaza, Manuel Rodríguez Salgado, que fué el año del Señor de 1657, por úl– timos del mes de mayo, y hallando en esta población algunos de los más prin– cipales de ella que asistieron presentes al entierro de dicho R. P., nos certifi– caron con toda verdad que llevándole a la sepultura, estando unos acólitos to– cando a doble, las campanas, no obedeciendo a la acción que los muchachos hacían de doble, ellas repicaban. Y juzgando los ministros y seculares que se hallaban presentes, que los muchachos repicaban voluntariamente, salieron de la iglesia por dos o tres veces a mandarles doblar para difunto. A lo cual ellos respondieron que tocaban a dobles, mas que las campa,nas querían repicar, que ellos no tenían la culpa. Y el señor Vicario, queriendo él mismo salir al reme– dio, el capitán Jorge González y otros de los que presentes se hallaron, le res– pondieron: «Si Dios quiere, señor Vicario, que las campanas repiquen, ¿qué culpa tienen los muchachos? Ello es obra de Dios, dejémoslos estar». Con que duró el repicarse las campanas en la forma dicha cosa de un cuarto de hora. Esto fué patente y notorio en toda esta población, y para que conste de ello, nos ha parecido tomar estas noticias autenticadas de la fe de escribano ecle– siástico y firmadas de las personas más principales de esta población como tes– tigos de vista y personas más fidedignas. Fecha en Cacheu, en 22 de mayo de 1666. (Siguen las firmas y testificación del escribano). »Fr. Teodoro de Bruselas y Fr. Basilio de Cabra, religiosos capuchinos de N. P. S. Francisco de la Provincia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora en los reinos de Andalucía, y Misioneros Apostólicos por la Santidad de N. M. S. P. Alejandro VII, de gloriosa memoria. Por ser costumbre de nuestra sagrada religión cuando sucede que algunos religiosos de ella mueren fuera de la Religión, pedir y suplicar a los Vicarios de la iglesia adonde fueron enterrados, den licencia para que se saquen sus huesos y se lleven a la Provin– cia de donde fueron hijos dichos religiosos para juntarlos con los de sus her– manos en parte decente. Y por cuanto nos fué encomendada esta diligencia por N. M. R. P. Provincial, en su nombre pedimos y suplicamos a Vuestra Merced M. R. P. Maestro Antonio Vaz de Ponte, como a Vicario y Visitador

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