BCCCAP00000000000000000000226

Dase fin a esta misión de Guinea con la muerte del P. Fr. Angel de Madrid, Predicador, y Fr. Cipriano de Madrid, Religioso lego. !.-Desde el año: 1646 en que comenzaron nuestros Capuchinos de España la labor y cultura evangélica que les encomendó la Sacra Congregación de Propaganda Fide en las partes de Sierra Leona, en la Guinea inferior, hasta el presente de 1688, han corrido cuarenta y dos años. En este transcurso de tiempo han trabajado en todos aquellos reinos y provincias con solicitud y celo católico que hemos visto hasta aquí; pero no contento el Padre celestial con los innumerables favores que por medio tales obreros ha hecho a naciones tan remotas y desamparadas, las ha enriquecido con los venerables despojos y cadáveres de muchos de ellos; a fin, según piadosamente podemos creer, de que tengan por intercesores perpetuos delante del divino acatamiento y a quíen poder recurrir a sus necesidades, a aquellos que les concedió el cielo por padres espirituales y maestros de toda cristiana enseñanza. 2.-Vida y virtudes del P. Fr. Angel de Madrid.-Con estos fecundos gra– nos se han ennoblecido las conquistas de Portugal, no siendo la parte menos afortunada el reino capital, pues tiene hoy en su misma corte de Lisboa el cadáver del P. Fr. Angel de Madrid, misionero de la misión de Sierra Leona, que pasó el año de 1677, y varón tan aventajado en virtudes como en el breve compendio de su vida iremos viendo. Fué natural de Madrid y desde muy niño se recogió al sagrado albergue de la Religión, tomando el hábito de los Capuchinos en el convento de Salamanca, seminario verdaderamente de santos y apostólicos varones desde su fundación. El nombre que se le dió entonces fué el de Angel, pero aunque puede ser casual esta elección, con todo eso cotejando el nombre y la etimología con el sujeto y sus santos ejemplos, halla– remos no fué casualidad, sino disposición maravillosa de lo alto, pues le vino tan ajustado que por todas partes que le mirasen, hallarían en él un hombre