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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 20! sobredicho. Ya está en él el P. Fr. Angel y con disposición de hacer iglesias para comenzar a catequizarlos; y, si esto se consigue, podemos esperar que con su ejemplo re reduzcan ocho reinos comarcanos todos pertenecientes a la misma isla de Bisao y sujetos a su rey grande; en la cual isla, que es donde está nuestro hospicio, me dicen habrá setenta u ochenta mil almas. Es de quince o dieciséis leguas de travesía, pero toda poblada y no al modo de las casas de Europa, sino distantes unas de otras, pero en buena proporción; es apta dicha isla para una gran cristiandad. A nosotros sólo nos toca trabajar con perseverancia esta heredad del Padre celestial, y a su Majestad divina fortificarla con el rocío de su gracia para que fructifique. 5.-«Por otra parte, nos tiene confusos el haber llegado navío de Portugal y no haber podido descubrir noticia alguna ni del Padre Prefecto ni de cosa tocante a la misión; puede ser venga en el navío que se aguarda por todo este mes de mayo. Con la misma confusión nos hallamos por vernos ligados con dos preceptos de dos señores Nuncios, los cuales nos mandan por santa obe– diencia no desamparemosla misión. Todo causa desconsuelo y no sabemos qué resolución tomar a vista de efectos tan encontrados. V. C. vea, según dichas circunstancias, lo que dispone de nosotros, que como hijos de esa santa Pro– vincia, y súbditos de V. C., estamos prontos a obedecerle y servirle, suplicán– dole nos encomiende a Dios y encargándole lo mismo a nuestros carísimos Padres y Hermanos, dándoles a todos de mi parte muchas memorias, hasta que nos veamos en la gloria, que ya los días pasados estuvieron bien cerca de guiarnos a ella los gentiles; mas yo en especial no la merecía, sí sólo padecer muchas injurias, empellones y arrastrarnos de las barbas : algún fruto se saca ya. Dios dé a V. C. y a todos mucho de su divino amor y la salud y vida que le deseo. Cacheo y abril a 24 de 1686. Siervo y humilde súbdito de V. C., Fr. Francisco de La Mota.» 6.-Del tenor de esta carta se colige cuántos y cuáles son los pecados y abusos que se practican en aquellas tierras; lo nocivos que son los malos cristianos para proseguir las reducciones de los infieles, y las grandes contra– dicciones que ocasionana los operarios evangélicos.Representaron estos Padres los daños que experimentaron, primero al Obispo de Cabo Verde, que es el propio pastor de aquellas conquistas; respondió, como otros predecesores suyos, que no sentía fuerzas ni potencia para negocio tan arduo y materia.,it~llª~~~t , ....... cerada, ya por sus años y poca salud como porque, sin el auxilio ~'9 1 1n""'-'""' del Pontifico, no era fácil ,emediarla. , .~·L.. , ,*'a 7.-Por esta causa fué preciso remitir un memorial al sere "o.E#¼ti~~ z~ ~ tugal, insinuándole cuanto dejamos referido en los capítulos I'~e~ ~elri1~1;' , ~ ~~- 'tjJ;::,·,;t'Y~~' (157) Ese memorial no fué sino una nueva carta fechada en Bik~~ V~'i ~&i~ de 1686, dirigida al rey y firmada por los tres mencionados misiOite~~ :,, c¡fpttift~ ... ,,,.~;.....,-c,,-;¡;;4

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