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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 195 Majestad, antes y después de su venida, lo mucho que estimaba su celo. En el ínterin que dicho Padre estuvo liquidando sus calumnias y emulaciones, prosiguieron dicha misión los compañeros que quedaron en ella; y aunque a costa de muchas contradicciones y trabajos, consiguieron singulares frutos; de ellos y de su reducción a Castilla trataremos en el siguiente capítulo. Temo, finalmente, que a los émulos de la misión les suceda lo que predijo el santo profeta David : Ipsi vero in vanum quaesierunt animam meam, introibunt in inferiora terrae, tradentur in manus gladii, partes vulpium erunt (155). Pero muy al contrario a su rey por su piedad y equidad en poner freno a sus lenguas: Rex vera laetabitur in Deo, laudabuntur omnes qui jurant in eo, quia obstructum est os loquentium iniqua. En el ínterin Deus misereatur nostri et benedicat nobis. (155) Salmo 62, 9-10.
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