BCCCAP00000000000000000000226

Vuelven a continuar la misión de Sierra Leona los hijos de la Provincia de Castilla; dase noticia de varios sucesos de su viaje y de la muerte de algunos. 1.-Entre los grandes servicios que los Capuchinos han hecho a la corona de Portugal y que los tienen bien experimentado sus reyes y príncipes de muchos años a esta parte, es uno, y no menor, lo que han trabajado en las partes de sus conquistas de Guinea y Sierra Leona en la conversión de las almas de aquellos infieles a costa de su salud y vidas. Pasaron los primeros a esas tierras el año 1646 y continuaron la reducción de los gentiles a nuestra santa fe hasta el de 1688, en que por las continuas contradicciones de diferentes sujetos del mismo reino, fué preciso retirarse los últimos Padres a su Provincia de Castilla. En todo ese largo discurso de años, en medio de tantas guerras como hubo entre castellanos y portugueses, jamás se metieron en materias polí– ticas ni en otra cosa que en la conversión de las almas, para cuyo efecto les mandó ir a esas tierras la Sacra Congregación de Propaganda Fide con consulta del Sumo Pontífice, que como padre común cuida siempre de enviar sus operarios evangélicos a todas partes para recoger a su aprisco tantas almas como andan descarriadas fuera de él y constituidas en su último precipicio por falta de ministros apostólicos que las busquen y guíen a él. 2.-Quedó esta misión, según ya vimos, sin religioso alguno que cuidase de aquellos nuevos cristianos desde que salió de Guinea el P. Fr. Pablo Jerónimo de Fregenal, y desde su partida hasta que fueron otros Capuchinos a soco– rrerlas, pasaron algunos años. En ese medio tiempo, faltas de cultivo espiritual aquellas tierras, se aumentaron mucho las malas costumbres, crecieron los vicios y las tiranías por los escándalos de los blancos, cuyos daños son muchos y gravísimos. Pero como la bondad divina ostenta sus misericordias en los tiempos de las mayores tribulaciones, movió entonces los ánimos de algunos fervorosos religiosos de esta santa Provincia de Castilla para ir a socorrer a aquellas pobres almas huérfanas de Guinea y Sierra Leona, Deseando lleva¡;