BCCCAP00000000000000000000226

Prosíguese la materia del capítulo precedente y los lastimo– sos abusos y crueldades que se practican en Guinea. 1.-En la entrada del río Grande en el mar, fuera de los bisogoas, se hallan otras islas de las cuales la mayor y más principal es la que llaman Bisao. En ella tienen al presente hospicio los misioneros de esta Provincia de Castilla, que asisten a la conversión de aquellos infieles; llámanse los habitantes de ella papeis o papeleis y habrá en la población como seiscientos cristianos, pero mezclados con los gentiles. Acostumbran los papeleis salir con sus canoas a corsear y piratear hombres, así en la ribera del mar como en tierra, a lo cual llaman ir a la guerra. Varias veces les han reprendido los religiosos esta iniquidad y modo de latrocinios, y lo que responden a todo es decir que conocen obran injustamente en ello y que confiesan son ladrones públicos y profesores de este vicio, pero que -necedad de bárbaros- Dios cría a los ladrones como a los que no lo son y que gusta de todo, y por tanto a cada uno le es licito hacer lo que pudiera y como pudiera para adquirir dineros. 2.--Confírmanse en este engaño y malicia con decir que los blancos, esto es, los malos cristianos, hacen lo mismo y aún cosas peores, aludiendo a los piratas y a otras iniquidades detestables, que suelen experimentar en ellos. En cierta cacería de este género, que salieron a hacer el año pasado, fueron al hospicio los magnates y les dijeron a los Padres que tratasen de rogar a Dios intensamente les diese buen suceso para que cautivasen muchos, porque si no, en volviendo del corseo, los habían de pelar las barbas y colgarlos de los árboles. Otras veces responden, y es la común respuesta, que ellos roban hombres porque los blancos se los compran, los cuales no hubieran si no es de aquel género, y que, pues no les compran otra cosa, es preciso valerse de los negros que cogen. Con esta codicia todos se dan al latrocinio y no cuidan de la labor de los campos ni de otra cosa semejante. 3.-Antes de salir a esta que ellos llaman guerra, consultan a una pitonisa y grandísima hechicera y con autoridad del rey se juntan los que han de ir a