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INTRODUCCIÓN XV de cuatro nuevas 1D1s10nes a cargo de los Capuchinos españoles: dos en Africa y dos en América. Con ese fin presentó a la Congregación en el mes de julio un memorial, pidiendo el envío de misioneros a la isla de Aimobón y al reino de Benín (26). La misión a la isla de Annobón no pudo realizarse, entre otras dificultades, porque, como ya anotaba Fr. Francisco de Pamplona en el citado memorial, «para que admitan religiosos, han de ir por orden de Portugal o del Gober– nador de Santo Tomé». Ofrecía más probabilidades de éxito la de Benín pues los designados «podrán ir sin esa atención». Fr. Francisco se animó por lo mismo a pedir con más insistencia esta misión porque, según noticias reci– bidas, que luego resultaron falsas, el príncipe que mandaba en aquel reino, se había convertido al catolicismo. No obstante lo dicho, la misión al reino de Benín no fué decretada por la Congregación de Propaganda hasta el 19 de febrero de 1647; al mismo tiempo se escribía al Nuncio de España enviándole el documento y recomen– dándole la ofreciera a la Provincia capuchina de Castilla, teniendo en cuenta la petición que ésta había hecho, con fecha 27 de agosto de 1646, de hacerse cargo de una misión entre infieles (27). Añadía la Congregación que, si la Provincia de Castilla no aceptaba la mencionada misión de Benín, se ofreciera a otras Provincias españolas, y, por lo que hacía a los preparativos necesarios, debía entenderse el Nuncio con Fr. Francisco de Pamplona (28). Este, ocupado entonces en Sevilla en terminar sus gestiones pai:~las expe– diciones de misioneros al Congo y al Darién, contestaba a la Congregación, el ll de abril de 1647, diciendo que, habiendo tomado Castilla a su cuenta la misión del Darién, veía muy difícil admitiese la de Benín (29). No obstante eso la Congregación, en la sesión del 17 de junio de dicho año, encomendaba a Castilla las dos misiones del Darién y Benín (30). Los Superiores de Castilla se excusaron luego ante Propaganda, renunciando a la de Benín y alegando que, aunque en un principio se habían hecho cargo también de ella, habién– doseles ofrecido más tarde la del Darién, habían preferido ésta, ya que no podían · atender a ambas por falta de personal (31). (26) Boletín Oficial de la Provincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón, 3 (1948), 165. (27) APF, SA, v. 110, f. l. Cfr. MELCHORDE POBLADORA, O. F. M. CAP., Génesis del moi,imiento misional en las provincias capuchinas de España (1618-1650), en Estudios Franciscanos, 50 (1949), 377, donde copia la solicitud escrita en latín. (28) Cfr. LÁZARODE ASPURZ, O. F. M. CAP., Redín, soldado y misionero (1597- 1651), Madrid, 1651, 221. (29) !bid., donde transcribe la carta de Fr. Francisco. (30) APF, Acta, 15 junii 1647, núm. 14, fol. 455. (31) !bid ., SA, v. 97, ff. 152-153. Cfr. PoBLADURA, Génesis ..., 378-9, donde se pone la cart a de los Sup erior es de Castilla .