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MISIONES DE LA ZINGA, BENÍN, ARDA, GUINEA Y SIERRA LEONA 67 los beguerines de los cristianos, asimilándolosmucho por ser, como ellos decían, en cinco camas, sirviéndoles a todos de no pequeño consuelo, en medio de sus trabajos, el verse en tan corto albergue con la falta de muchas cosas nece– sarias para su alivio y en tierra tan extraña. 15.-Con esta ocasión cesaron los ejercicios de las reducciones, pero hasta entonces habían trabajado todos con increíble fervor; bautizaron muchos por aquellos puertos y comarcas y a todos los instruyeron en la fe y buenas cos– tumbres, y cada uno enseñaba dos y tres veces al día la doctrina cristiana, rodeado siempre de negros, grandes y pequeños, que acudían con mucho afecto y puntualidad a oírla. Los gentiles mostraban docilidad y con ánimo ingenuo confesaban la excelencia y ventajas de nuestra santa ley; alegrábanse mucho de ver a los religiosos y tratarlos, y tanto que se iban tras de ellos con gran gusto, venerándolos y respetándolos mucho por ser, como ellos decían, los beguerines' de los cristianos, asimilándolos en el nombre a los beguerines de Mahoma, que son sus sacerdotes y predicantes y los que inficionan todas aquellas tierras con su maldita secta. 16.-A los Padres que quedaron en el puerto de Alé también les probó la tierra y aunque no con el rigor que a los demás, con todo eso no dejaron de padecer alguna falta de salud por las influencias del clima, siempre contrario a los de Europa. Escribiéronle al Viceprefecto, dándole avisos de sus progresos, y de cómo el R. P. Fr. Serafín de León en compañía del P. Fr. Diego de Guadalcanal, había corrido los puertos de Jorla y Arrecife, adonde encontró muchos cristianos, pero tan faltos de doctrina y de quien se la enseñase como todos los de más de quienes hemos hecho mención. En esta peregrinación trabajaron mucho dichos Padres, como también en el lugar de su residencia el P. Fr. Francisco de Vallecas, su compañero; bautizaron algunos gentiles y administraron los santos Sacramentos de la penitencia y Eucaristía a todos aquellos cristianos. 17.-Diéronle asimismo noticia del estado y calidad de aquellos naturales diciendo que, aunque generalmente estaban por entonces irreducibles, con todo eso esperaban conseguir algún fruto considerable en los de Bisao y la Geba y en los de Sierra Leona, por haber allí más docilidad y menor comu– nicación con los beguerines de Mahoma. Este fué el informe del R. P. Fr. Serafín de León, al cual añadió: Que esperaba con la ayuda de Dios no perdonar trabajo alguno y recorrer, como lo hizo después y con indecible fruto por muchos años, todos aquellos reinos circunvecinos, esparciendo los rayos de su santa doctrina y ejemplo y alum– brando a todos, no de otra suerte que el sol del mediodía, eternizando su memoria con varios prodigios y maravillas que hasta hoy conservan en la suya cuantos pueblos y naciones gozaron de su predicación y trato, como más adelante veremos.
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