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MISION DE GUINEA Dase principio a la misión de Guinea y Sierra Leona y a sus reinos e islas circunvecinas, y refiérense los primeros frutos y sucesos de ella. 1.-Corrió con ecos tan sonoros la fama de la misión que los nuestros hi– cieron en el Congo, que, atentos a ellos los ánimos de los más fervorosos religiosos, procuraron imitar el celo de los primeros con santa y devota emu– lación, esmerándose en esta parte los Padres de mayor autoridad y graduación a emprender nuevas y remotas conquistas espirituales, no sin grandes penali– dades, trabajos y contradicciones; pero atendiendo con generoso aliento a la gloria del nombre de Dios y a la mayor extensión de su ley santa, posponiendo al común bien de las almas la quietud que gozaban en el retiro de sus celdas, se dedicaron con todo estudio a la conversión de varias naciones de gentiles, así en Africa como en la América, firmando de esta suerte con el ejemplo lo que varias veces habían predicado a sus súbditos con las palabras, como lo hizo asimismo nuestro Santo Patriarca por sí y por sus santos y primitivos hijos, esparciéndolos en forma de cruz por todo el orbe, según varias veces le fué manifestado por Dios y lo repite a cada paso en su vida y oficio el Será– fico Doctor San Buenaventura por estas y otras semejantes palabras: Non sibi soli vivere, sed et aliis proficere vult Dei zelo ductus; y en otra parte: Crucis vox hunc alloquitur ter dicens tuto: praepara, vade, Francisce, repara domum meam quae labitur (70). 2.-Guiados, pues, de tan venerables ejemplos diferentes Padres de los de mayor graduación, prudencia y letras de estas provincias de España, car– gando la consideración en la mente del Seráfico Patriarca, guía y dechado de todos, y al mismo tiempo estimulados del ejemplo de los que iban delante, apropiándose para sí el reclamo del santo rey profeta : Ponite corda vestra in (70) S. BoNAV., In Officio Ser. Patris.