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Dios ocupa un puesto absolutamente trascendente en relación a los demás seres. Solamente El es a nullo: Dios es por sí mismo. Encuentra razón de su existencia, de sus perfecciones y sus prerro gativas, en su misma realidad: es absolutamente trascendente, su perando infinitamente cualquier otra realidad. Sumo en toda perfec ción y lo más absolutamente perfecto que pueda pensarse. Esta característica trascendente de Dios es la que justifica el que sea llamado con toda propiedad Dominus: expresión de subli midad, nobleza, excelencia, majestad y potencia 101; que no tenga otro superior a El ‘°; que sea llamado Señor respecto de toda cosa creada 103 y tenga suma autoridad En segundo lugar, hay que tener una actitud de sentir piadosí simamente. Tavard llama la atención sobre el peligro que existe de inter pretar la pietas bonaventuriana como sinónimo del termino lingüís tico moderno devotio En nuestro caso sería una lamentable for ma de tergiversar el pensamiento metafísico que lo sostíene, redu ciéndolo a cierto sentimentalismo místico, del que ha sido acusa do 5. Buenaventura sin fundamento alguno’°. 101. “Primo ergo tangitur Dei benignissima potestativa sublimitas sive nobilitas, cum dicitur: Dominus. Iste autem Dominus sublimissimus seu nobilissimus” (Dom. 3 Adv., sermo 13: IX, 71b). “Dicit ergo: Domi ne, ubi commendat virtutis excellentiam et magnificentiam. Ista autem excellens virtus et magnificentia, quae In hoc vocabulo Domine importa tur.. .“ (Dom. 20 oost Pent., Sermo 1: IX, 431a; “. . .Deus dicitur Dominus noster per excellentiam...” (Assunt. 3. V. Mariae, sermo 6: IX, 705a); “Dominum vocant, non magistrum, quia petebant miraculum, non docu mentum; quasi dicant: Domine, qul potens es...” (Com3n. lo., c.11, n.4: VI. 395a); “Ideo Domlnum vocat, quia se potentem ostendit...” (Ibid., c.21, n.9: VI, 520b); “...nomen summae maiestatis” (Comm. Le., c.18, n.23: VII, 476a). 102. Perf. evanq., q.1 ad 11.12: y, 124b. 103. “Cum Deus dicatur Dominus respectu omnis reí creatae...” (II Sent., d.2, p.1, dub.2 resp.: II, 70a). 104. Brevil., p.7, c.1: y, 282a. 105. G.H. TAvARD, Transiency aná Permanence. The Nature of Theology according to St. Bonaventure, New York-Louvaln-Paderborn 1954, pp. 203-204; sobre el presente tema, cfr. pp. 203-211. 106. Desde el nunto de vista místico o de desconfianza exagerada en el plano de la razón lo han interpretado, entre otros, E. BETT0NI, 5. Bona ventura, Brescía 1945; R. LAzzARINI, 5. Bonaventura filosofo e mistica del eristíanesimo, Milano 1946. Cfr. crítica de los mismos en L. VEu’TIIEY, A proposito di due recenti studi su 5. Bonaventura, en Miscell. Frane. 46 (1946) 216-231. Cls1co en esta Interpretación mística de 5. Buenaven tura. T. M. ZIGLIARA, Della luce intellettuale e dell’ontolooismo seeondo la dottrina di Santo Agostino, Bonaventura e Tommaso di Aquino, Roma 1874. 40

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