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Afirmando la presencia de Dios al espíritu humano y la pro porción de conveniencia entre ambos, ha puesto las bases de un auténtico conocimiento humano de Dios. Queda superado, por tan to, el agnosticismo teológico absoluto: el hombre puede conocer verdaderamente a Dios. Ahora bien, la afirmación de la inmanencia noética divina al hombre ¿respeta su absoluta trascendencia? El Sco. Doctor es consciente de que la inmanencia noética en- caja perfectamente en se concepción sobre la trascendencia de Dios. Su doctrina se presenta lo suficientemente clara. Basta repen sar lo examinado sobre la trascendencia divina en su pensamien to. Pero encontramos un texto en el que, tan conscientemente es afirmada la compatibilidad entre ambas, que es de por sí suficien te para despejar cualquier dificultad a este respecto. Respondiendo a una dificultad contra la indubitabilidad de la existencia de Dios por parte del hombre, S. Buenaventura anota: “Ad illud quo obuicitur, quod anima dubitans de iis mfra se et iuxta se, etc.; dicendum, quod non valet: quia, iicet Deum esse sit supra animam secundum naturam, est tamen intra animam secundum notitiam...” . Supra animam secundum naturam - intra animam secundum notitiam: binario lingüístico, en el que se afirma con toda claridad la superioridad absoluta de Dios y su inmanencia noética al espíri tu humano. tensum sit, quod Deus sit Ita propinquus mentibus nostris, quod tam pau corum est in se ipsis primum prlncipium specularl... Mira igítur est cae- citas intellectus, qui non considerat ilud quod prius vfdet et sine quo nihil potest cognoscere” (Itin., c. 4, n. 1: V, 306a; íbid., c. 5, n. 4: V, 309a). La razón de todo esto es obvia: falta de interioridad espiritual, pérdida de la intimidad por la seducción de las cosas exteriores que ofuscan al hombre y le impiden ver la luz de Dios; como el “murciélago” —indica aprovechándose de una comparación de Aristóteles— nuestro entendi miento no se percata de nada ante la luz de Dios (Cfr. Ibid., c.5, n.4: V, 309a; Domin. 3 Adv., sermo 1: IX, 58b). Sería interesante hacer un estu dio del pensamiento zubiriano sobre el tema de Dios y el ateísmo en re ladón al pensamiento bonaventuriano sobre el mismo. Hemos podido constatar una concépción muy similar (cfr. X. ZUBIR;, En torno al jro blema de Dios, en Naturaleza, Historia, Dios, Madrid 1951 2, esp. pp. 356- 360). 5$. Yyst. Trinit., q.1, a.1 ad 10: V, 51a. 267

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