BCCCAP00000000000000000000225

tanto, desde esta óptica, por la jerarquía en la participación tras cendental de cada ser respecto de Dios. Según esto, la presencia divina puede realizarse en la creatu ra bajo una triple forma diversa: Dios puede estar más presente ex tensivamente (en los seres de naturaleza más duradera como los cuerpos incorruptibles respecto del alma sensible), intensivamente (en las naturalezas de mayor nobleza ontológica, como en el alma sensible respecto de los cuerpos incorruptibles), o extensiva e in tensivamente (como en el alma racional, respecto del cuerpo co rruptible) ‘. Se pregunta a continuación “Quibus modis Deus in rebus esse dicitur” ‘. Ateniéndose al pensamiento tradicional, recogido por Pedro Lombardo y atribuido por éste equivocadamente a San Gregorio Magno y que ha obtenido verdadero éxito en la tradición teológico catequética, responde: “Ubicumque enim est Deus, sive per natu ram, sive per gratiam, est essentialiter, potentialiter, praesentiali ter” ‘°. ¿Cómo ha de entenderse esta trilogía en la que se traduce el modo de presencia divina en las creaturas? Se refiere a las condiciones de los distintos modos de ser de Dios en aquéllas. Se trata de una circunlocución destinada a ex presar la absoluta perfección con que Dios está presente en todas las creaturas’51. 148. “Et hoc potest esse tripliciter: vel extensive, quantum ad ea quae habent esse diuturnius, ut iii corpore incorruptibili plus guam lxi anima sensibifi; vel intensive, quantum ad ea quae habent esse nobi lius, ut In anima sensibili guam In corpore incorruptibili; vel utroque modo, ut in anima rationali guam iii corpore corruptibili” (ibid., c: 1, 647a). 149. Ibid., d.37, p.1, a.3, q.2: 1, 647a-649 b. 150. ibid., c: 1, 648b. Cfr. Ibid., d.42, a.un ., q.3 ad 9: 1, 755a; II Sent., d.19, a.1, q.1 ad 2: II, 460b; d.26, a.un ., q.2 ad 7: II, 636b; d.37, a.1, q.1 ad 6: II, 863b; III Sent., d.2, a.3, q .1 ad 1: III, 51a; Brevil., p.1, c.5: y, 214a; Itin., c.1, n.14: y, 299a. Esta trilogía pertenece a una célebre “Glossa”, muy leída en la Edad Media sobre el Cantar de los Cantares (5,17). Tal expresión aparecía junto a la cita de 5. Gregorio y en la d.37 del primer libro del Maestro de las Sentencias, éste se la atribuye a aquél Los autores medievales, en consecuencia, siguen atrlbuyéndosela, si- guiendo a Pedro Lombardo. Cfr. E. GISQuIÉRE, Deus Dominus, Paris 1950 II, 375. 151. “Asslgnatlo autem beati Gregoril accipitur quantum ad condi 220

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz