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miendo en ella una impronta, una semejanza limitada de Dios por la que se conforma a El y se constituye en expresión, en partici pación viviente de la verdad de Dios, en refulgentia exemplaris ‘. Sin esta presencia ejemplar-formal de Dios, la verdad y demás perfecciones de la creatura no pueden existir, y, sin referencia a ella, no pueden ser plenamente entendidas’4°. Lo que exige una metafísica plenamente reductiva. Por lo que respeca al hombre, también éste es un exempla tum divino, sigi!ado de un modo particular. Por su peculiaridad de espíritu, tiene una configuración especial con su ejemplar divino. Dios está inmanente al hombre mediante una presencia permanen te más inmediata a sus facultades espiritua!es, a las que se ofrece no sólo como principium creativum, sino también como objectum motivum de aquéllas, por las que el hombre es capaz de aprehen der a Dios mismo por el conocimiento y el amor’41. La presencia de Dios adquiere aquí caracteres interpersonales en relación al hombre, al que se presenta como fuerza y garantía de su apertura hacia lo Absoluto. Por ú’timo, en razón de causa fina!, Dios está íntimamente pre sente de un modo atrayente en el dinamismo de toda creatura y en paticu!ar en el dinamismo espiritual humano. En efecto, la creatura está radical y ú!timamente motivada, en sí misma y en la intención del Creador, por la esencial referencia a la bondad divina, hacia la que tiende como a la fuente y razón úl Uma de donde procede y hacia donde se dirige en último término toda amabilidad creada 139. Cfr. Hexaem., coll.12, n.14: y, 386b; Brevil., p.2, ci: V, 219b. 140. Cfr. 1 Sent., d.8, p.1, a.1 ad 4.5.7: 1, 151b; III Sent., d. 14, dub.3 resp.: III, 326a; $cient. Chr., q.4 f.29: y, 20a: sin referencia a la ver dad de Dios no puede existir verdad alguna creada. 1 $ent., d.8, p.1, a.1, q.1 ad 4.7: 1, 151b; Brevil., p.1, c.6: y, 215b.; Ibid. p., c.1: y: 219b; Hezaem. coll.1, n.12: y, 331a-b. 141. “...Cum omnes creaturae respectum habeant et dependentiam ad suum Creatorem, tripliciter ad ipsum comparan possunt scfflcet aut sicut ad princirium creativum, aut sicut ad obiectum motivum... Primo modo comparatur ad ipsum omnis eius effectus, secundo modo omnis intellectus... Omnis intellectus, quantumcumque parum habens de lumi ile, natus est per cognitíonem et amorem capere Deum.. .“ BrevU, p2 c.12: y, 230a). Cfr. 1 Sent., d.3, p.2, a.1, q.1, L2: 1; 80a; II $ent.. d.16. a1, q.1 ad 4: II, 395b; Ibid., a.2, q.2 c: II, 405a; Itin., c.3, n.2: y; 304a; He xaem., ccll.2, n.27: y, 340b, etc. Para todo este tema es interesante Scient. Chr., q.4: y, 17a-27b. 142. Cfr. 1 Sent., d.8, p.1, q.1 ad 4: 1, 151b; Ibid., d.42, a.un ., q.I, f. 217