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íntima e ininterrumpida presencia divina en la creatura en aquello que más profundo tiene: su ser. Dicha presencia se diferencia ra dicalmente de la que puede tener cualquier otro agente humano en su obra: mientras éste puede realizar una obra que permanezca una vez hecha, independiente de su presencia, la obra de Dios ne cesita siempre de su inmanencia’. Dios está, pues, íntimamente inmanente en la creatura en lo más profundo de ella, como sostenimiento y fuerza de la inconsis tencia y vanidad de su ser. Además, la relación de dependencia existencial de la creatu ra respecto a su principio creador, lleva una especial configura ción “secundum unitatem, veritatem et bonitatem”, en virtud de la cual todo lo que de unidad, verdad y bondad se encuentra en la creatura reclama, manifiesta y es signo de las pisadas divinas, de la multiforme presencia de Dios En segundo lugar, Dios está presente, inmanente en toda crea tura en razón de causa ejemplar. Esta afirmación, admitida comúnmente en la escolástica, co bra interés especial en la orientación de la metafísica bonaventu nana. Ya hemos hablado del puesto y significado que el ejemplanismo ocupa en su pensamiento. Basta recoger, ahora, unas líneas fun damentales del mismo refiriéndose en concreto al presente tema. Según el pensamiento bonaventuriano, la creatura no sólo di ce relación de dependencia existencial, sino también esencial res pecto de su Creador. Esta última se verifica por la participación trascendental de la verdad y demás perfecciones creadas respecto a la verdad infinita de Dios, que actúa en aquéllas según un aspec to ejemplar - formal, irreductible a la causalidad eficiente La verdad divina penetra íntimamente en la creatura, impri 136. Cfr. II $ent., d.37, a.1, q.2 ad 2-3: II, 866a; Hexaem., coll.12, n. 4: V, 385a. 137. “Et quonlam creatura habere non potest Deum sicut princi pium, quin configuretur el secundum unitatem veritatem et bonita tem...” (BrevíL, p.2, c.12: Y, 230a). En otros contextos, como ya hemos visto, esta triple configuración la explica desde las causas eficiente, ejem- piar y final, respectivamente (cfr. 1 $ent., d.3, p.1, dub.3 resp.: 1, 79a-b; Brevil., p.2, c.1: Y, 219a-b ; etc .). 138. CÍr. 1 Sent., d.6, a.un. , q.3 e: 1, 129b. 216

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