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la comprensión de la misma desde fuera de ella, desde lo Absolu to,. desde Dios. “Nisi enim qui possit considerare de rebus, qualiter origi nantur, qualiter in finem reducuntur, equa1iter in eis reful get Deus; intelligentiam habere non potest” . Sólo así aparece Dios en su trascendencia absoluta como cau sa del ser, razón del entender y orden del vivir y en su más abso luta noble primidad: “...quia a primo et summo principio ftuit omne posse, a pri mo et summo exemplari omne scire, ad summum ftnem ten dit omne velle...” Desde aquí se comprende la lógica del suspiro profundamen te metafísico del Doctor Seráfico ante el programa de su metafísica: 149. Hexaem., coll.3, n.2: Y, 343a. En varias ocasiones hemos aludi do a este pensamiento clave bonaventuríano. La creatura únicamente puede ser entendido en una perspectiva bonaventurlana cuando, al re- físico plenamente reductivo en relación esencial a Dios. Este aspecto cobra ahora nueva luz y exigencia. Dios es algo esenaial a la creatura. ‘2 no puede acusarse a 8. Buenaventura de imprecisión o de confusión del ser de Dios con el de las creaturas. Ya liemos visto el aprecio que tie ne por la alteridad divina y su trascendencia. Por otra parte, hay un tex to fundamental, fino intelectualmente, y con frecuencia muy olvidado en las interpretaciones de su pensamiento, en donde nos expone los di versos modos de entenderse el término essentiate: “Propter quod notan dum, quod essentiale dicitur quatuor modis. Primo modo essentiale dici tur quod dicit Tel essentlam totam, sicut species singularis. Secundum modo dicitur essentiale quod est de essentia et constítutione rei, ut ma teria et forma. Tertio modo dicitur essentiale sine que res non potest esse nec potest intelligi esse, ut sunt ifia in quibus attenditur ratio vestigil, ut unitas, ventas, bonitas. Quarto modo dicitur essentiale sine quo res non potest cogitan habere perfectum esse, ut sunt potentiae In anima, in quibus attenditur imago; et lioc est minimo modo substantiale sive essentiale; tamen non translt in aiiud genus: ideo anima dicitur suae potentiae” (1 $ent., d.3, p.2, a.1, q.3 ad 1.2: 1, 86b); cfr. Tract. transc., a.1, q.11 c: Ed. Halcour pp. 77-78. Sobra decir que, cuando el Doctor Se ráfico Insiste en la relación de la creatura al Creador en el orden esen cfal, considera este término en su tercera acepción: la creatura no pue de ser, ni puede ser comprendida, sin referencia hacia Dios... Zubiri puede ser entendido en su mismidad. sino desde fuera de si mismo...” ferirse al tema de la “religación” afirma: “Como dimensión ontológica, la religación patentiza la condición de un ente, el hombre, que no es nl puede ser comprendida según las exigencias de un conocimiento meta (Op. cít., p.341). Esta concepción de la creatura adquirirá un valor tras cendental en la segunda parte de nuestro estudio. 150. Brevil., p.1, c.6: Y, 215b. “...bene et perfecte cognoscitur unum quodque. cum cognoscitur quantum ad elus pninciplum, medium et ulti mum” (Dom. 5 post Epiph., sermo 1: IX 193a). 159

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