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Antes ha contrastado y relacionado el ser de Dios y el ser de la creatura en el aspecto del ser en el orden de la causalidad efi ciente —a se - ab alio—, con el fin de adentramos en el significado de la trascendencia divina. Ahora pretende contrastarlo y relacio narlo, desde otro ángulo, en el aspecto de la verdad en orden de la causalidad ejemplar —secundum se - secundum aliud—, con idéntica finalidad 100 Ser de Dios — ser de la creatura; verdad de Dios — verdad de la creatura: doble aspecto de una misma comparación, en la que se transparenta la trascendencia divina en su absoluta independen cia, frente a la radical dependencia de la creatura respecto a Dios. S. Buenaventura a la modalidad de la causalidad ejemplar, que más tar de examinaremos, en la que se intercambian los términos pecies-veritas. 100. “Rursus, quoniam principium perfectissimum, a quo manat perfectio universorum, necesse est agere a se et secundum se et propter se -quia nullo in agendo indiget extra se- necesse est, quod habeat res pectu cuiuslibet creaturae lntentionem triplicis causae, scilicet efficlen tis, exemplaris et finalis; necesse est etiam, omnem creaturam secundum hanc triplicem habltudinem comparan ad causam primam. Omnis enim creatura constituitur in esse ab efficiente, conformatur ad exemplar et ordinatur ad finem; ac per hoc est una, vera, bona, modificata, speciosa, ordinata, mensurata, discreta et ponderata; est enim pondus inclinatio ordinativa. Et haec quidem generaliter dicta sunt de omni creatura sive corporea, sive incorporea, sive ex utrisque composita, sicut est natura humana” (Brevil., p.2, c.1: y, 219b). S. Buenaventura propone constante mente esta relación del ser de la creatura en su aspecto de verdad con la causalidad ejemplar divina: “Verum de sui impositione dlcit compara tionem ad causam exemplarem, slcut bonum ad causam finalem” (1 $ent., d.8, p.1, a.1, q.1 ad 4 et 7: 1, 151b). Cfr. 1 Sent., d.6, a.un ., q.3 c: 1, 129b; II Sent., d.1, p.1, a.1, q.1 ad 3. 4: II, 17b; Brevil., p.2, c.l: y, 219a; p.3, c.1: U, 231a-b; Itin., c.5, n.8: U, 310a-b. E igualmente la expresión secundum se - secundum &iud (cfr. Hexaem., coll. 1, n. 12: U, 331a-b). Por lo que res pecta a la contraposición entre el ser de Dios y el de la creatura desde la perspectiva de la verdad remitimos a cuanto hemos afirmado en pá gínas anteriores al examinar las propiedades esenciales divinas en con traste con las de las creaturas. Este aspecto es estudiado de manera par ticular por S. Buenaventura en el Comentario a las Sentencias al pre guntarse sobre la verdad como propiedad del ser divino (1 Sent., d.8. a.1, q.1: 1, 150a-152b). La verdad es propiedad exclusiva de Dios, pero recta mente entendido, es decir, prout distiiguitur contra permixtionem: en cuanto Dios “nihil hahet de possibuitate, nihil habet de vanitate, nihil de non entitate” (Ibid., c: 1, 151b). Estos caracteres faltan en la creatu ra, caracterizada por su vanitas, en virtud de la cual está privada de es tabilidad y garantía en la verdad y exige la relación constante a la Ver dad trascendente como a su ejemplar (Ibid., ad 4 et 5: 1, 151b). En esta misma línea se pronuncia en Tract. transe., en el que aparece íntima mente unido este tema al de la simplicidad de Dios: “Dicendum, quod ini nulla creatura verum est dicere, quod ipsa ventas sit ipsa reí essentia In recto, sed solum verum est In Deo, qui est summe simplex...” (a.3, p.8 resp.: Ed. Halcour, p.104). Este aspecto es estudiado detenidamente por Bissen, (op. cit., pp. 162-174). 134
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