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órdenes posibles de realizarse las perfecciones esencialmente fi nitas de las creaturas, en los que debe aparecer la primacía abso luta de Dios y la dependencia radical de la creatura respecto de El. Según esto, como el ser de la creatura no es sino por la refe rencia a su Creador, de igual forma no puede fundamentarse en la verdad, en la belleza y en el bien, síno por la referencia esencial a El, de quien depende en su misma comprensión . Así como los prin cipios intrínsecos del ser no son suficientes para ser sin Dios, su Creador, del mismo modo no son suficientes para justificarse a sí mismos en el orden de dichas perfecciones . La trascendencia de Dios se presenta de este modo en toda su más exigente amplitud: como fundamentación radical y “total” del ser y de sus perfeccio nes. 5. Buenaventura presupone en todo su razonamiento un pro nunciado paralelismo entre estos diversos órdenes del ser - cono cer - vivir; pero sobre todo, una manifiesta referencia a la metafísi ca de la participación, fuertemente enraizada en la corriente pla tónico-agusti niana. Desde esta perspectiva, el ejemplarismo bona venturiano adquiere su auténtica dimensión y su más exacta in terpretación . últimas causas: “...sicut in summo Deo est considerare rationem causae efilcientis, formalis sive exemplaris et finalís, quia ‘est causa subsistendi, ratio intelligendi et ordo vivendi’; sic In ipsa iluminatione phulosophiae, quoniam illumlnat aut ad cognoscendas causas essendl, et sic est physi ca; aut rationes inteifigendi, et sic est logica: aut ordinem vivendi, et sic est moralis sive practica” (Red. art., n. 4: V, 320b). Cfr. Hexaem., coil. 4, nn. 2.3: V, 349a-b; Ibid., coil. 5, n. 1: V, 353b-354a; DQnis, coil. 4; n. 6: V, 474b; coil. 8 n. 25: V, 497a-b; Christus mag., n. 17: V, 752a. 93. “Omnis sapientia a Domino Deo est, sicut omnis essentia, ab eius essentia; et ab eius veritate, omnis ventas et ab eius bonitate omnis bonitas” (Comm. $ap., proem., n.5: VI, lOBa). Cfr. 11 $ent., d.2$, a.2, q.3 c: il, 690a. 94. “...dlcendum quod sicut principia essendi intrinseca non suffi ciunt sine lb primo principio extra quod est Deus ad esse, sic nec ad plenum cognoscere...” (Scient. Chr., q.4, ad 14: V, 25b). 95. 8. Buenaventura explica concisamente este paralelismo entre el ser y el conocer de la siguiente forma “...Quando ergo dicitur, quod unumquodque sicut se habet ad esse, Ita ad cognitionem, hoc intelligi tur, quia eadem principia, quae sunt principia essendÍ, sunt principia cognoscendi; sed tamen principia essendl conferunt esse per se lpsa, sed cognitionem non conferunt per se, sed per suas similitudines” (1 Sent., d.36, a.2, q.2 ad 2: 1, 626b). Sobre el principio de “Idem est pnincipium essendl et cognoscendi”, cfr. He.taem., coli. 1, n. 13: y, 331b. Sobre el te ma de la correspondencia entre dichos órdenes y su afinidad aristotélica, cfr. notas de los PP. Editores de Quaracchi: 1, 626, notas 2 y 3; Y, 331- 332, nota 7. 132