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La simplicidad dice un modo de unidad tan especíal que no puede comunicarse a creatura alguna en razón de su misma vani dad ontológica Si, La creatura, en cuanto tal, tiene caracteres tan di versos a los divinos que está radicalmente incapacitada para reci bir este modo nobilísimo de unidad. Sus propiedades defectivas se lo impiden. En todas ellas en contramos la limitación, la finitud, por las que están incapacitadas para trascender los géneros, y todas ellas tienen su ser ex nihila y esencialmente aliunde datum están radicalmente transverbera das por la no indiferencia y la dependencia. Examinadas las creaturas bajo este aspecto de la simplicidad, pretación de G. Fraile, creemos que se ha fijado más bien en lo que es una consecuencia de la auténtica postura bonaventuriana. Lo que le pre ocupa a 5. Buenaventura es la sublimidad trascendente de Dios; si bien este problema está relacionado en su solución con unos conceptos bien precisos de origen boeciano a los que antes nos referimos. Creemos que su concepto de materia es algo posterior a su intención primaria y ori ginaria. El mismo Gilson no da la importancia que merece a este punto interpretado desde la trascendencia de Dios, al tratar de la composición hilemórfica en los ángeles y en el alma humana (cfr. La philosophie de Saint Bonaventure, Paris 1953 , pp. 192ss. 254). 81. “Nam simplicitas dicit modum unitatis nobllissimum, quem Deus nulli communicat creaturae; quia creatura non potest recipere, cum esse eius sit limitatum, sit mixtum, sit etiam esse dependens et aliunde datum” fI Sent., d.8, p.2, a. un., q.2 ad 1: 1, 168b-169a). 82. La motiváción última bonaventuriana queda referida siempre a lo mismo: la vanidad ontológica de la creatura: “Creaturae autem compositae sunt nec vere simplices, quia habent esse mixtum ex actu et potentia, quia habent esse limitatum, et ita in genere et specie per ad dltlonem contractum, quia habent esse aliunde datum, quia habent esse post Deum unum, a quo deficiunt; et cadunt in compositionem” (1 Sent., d.8, p.1, a. un., q.2 c: 1, 168b). Su primera característica ontológica, y por la que se constituye, en último término en ,ana, es su procedencia a ni- hilo y aliunde, que definen la situación ontológica originaria de la crea tura. Cfr. Ibid., f.3: 1, 167a. La simplicidad, por tanto, cobra un sentido de carácter absoluto e independencia esencial. En esta misma línea se mue ven los Autores de la $umma Haliensis y Olivi. Así, al tratar sobre com posición primera de quod est et quo est en toda creatura, afirman: “Quod conveniat omni creaturae, videtur: a.- Eo quod nullum creatum est sua essentla nec a se habet esse, sed aliunde dependet...” (Op. cit., n. 59, p. 74a); cfr. Ibid., n. 56, p. 70b-71a; Gtossa in quatuor libros $erttentiarum Petri Lombardi, 1, Quaracchl-Florentiae 1951, d.8, res?., n. 20, p. 105. Por lo que respecta a Olivi, en sus Quaestiones in secundun librum Senten tiarum, cd. B. Jansen, 1, ad Claras Aquas, 1922, pp. 291-355, le dedica toda la cuestión 16: “Primo quaeritur an in angelis et in omnibus substantlis in tellectualibus sit compositio materiae et formae” (p.291). Pero, después de haber tratado dicho tema con amplitud y profundidad, aduce otras ra zones por las que ciertos defectos de las creaturas claman la no-simpli cidad de éstas. Así, “defectus omnimodae absolutionis, summae simpil citatis, Illimitationis. Omnis enim forma quae non est In alio a se re cepta et participata ve; saltem Ita se habens, quantum ex parte sua, ac 94

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