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Ese barí creo que está; hay suficientes personas y nosotros cree mos en él; hoy día nos pueden nuevamente los señores Nischkú. Creo que de nuevo van a hacer la represa Nischkú y Nischkuá, donde hicieron anteriormente la represa. Dentro de la balsa, fue donde es taba Kokébadóu. El gran dueño de todos los pescados —Kokéba— les dijo a los barí: «Yo no he estancado ni tampoco he hecho la re- presa para que os muráis vosotros. No estoy haciendo lo mismo que os hicieron ellos, sino que yo soy el encargado de echar los pes cados hacia arriba, hacia vosotros. No me imaginaba nada de esto; sino que pensaba que estaban pescando; pero me trajo un mensaje que estaban muertos los barí». De nuevo regresaron hacia la casa donde estaban los otros. Ellos mismos pensaron que hoy día podía suceder lo mismo que hicieron anteriormente los señores Nischkú. Y los barí dijeron: «Unos se fueron bastante muertos y a otros les echaron los señores Nischkú a los barí». El que estaba dentro de la balsa era Kokébadóu. Hoy día debe estar echando los pescados hacia nosotros. Antes, tenía dos personas en su casa; dos nada más, uno para la casa, para dormir y otro para cocinar. Hoy día debe de haber bastante gente con los hijos de Kokébadóu. Luego, Kokébadóu se fue hacia su casa, llegaron a casa de ellos: Nischkuá y Nischkú. En la primera casa entró Kokébadóu y otros han, que se fueron a su casa. Le hizo una señal para que no se diese cuenta. Nischkú le dijo: «Aquí estoy con estos alimen tos y con esta carne. Tanto pescado que tengo aquí ahumado y sa lado». Pero barí el que se fue, se fue dentro de la balsa y Koké badóu le dijo: «No es pescado; es han que pescó allí al-riba, allá en la tierra». Barí le dijo a su familia con una señal que significa ba que no comiesen eso; porque éramos nosotros, la misma raza. Vimos lo que había pisado acá en la tierra, eso es la huella. A barí se lo dijo Kokéba y barí al que se fue dentro de la balsa. Kokébadóu y han, el que se salvó dentro de la balsa, dijeron: «Este es barí»; pero otra vez Nischkuá y Nischkú le dijeron: «Co man esto, y vean la cabeza de los pescados». No eran cabeza de los pescados, sino eran barí, y los demás barí se quedaron viendo; es taban ahumados y tostados. Nischkuá y Nischkú obligaban a comer ese pescado. Kokébadóu les dijo: «Ustcdes van a pescar de nue STo?». Nischkú y Nischkuá le dijeron: «Sí, nosotros iremos más pron to a pescar de nuevo allá arriba, en donde existen los pescados». Significaba donde están los barí, a matarlos de nuevo, a hacer la represa y pescar de nuevo a todos los barí, hasta matarlos. De nuevo Nischkuá y Nischkú le propusieron a Kokébadóu y barí comiesen un pedazo de pescado. Los barí le dijeron que no; ellos mismos disi mularon, es decir, han disimularon a Nischkú porque era su misma raza. Después visitaron casa por casa. Había bastante pescado. Los otros Nischkú dijeron a los barí: «Coman, no pasen hambre». Entonces los barí disimularon: «No, no podemos comer eso, estarnos llenos>); porque sabían que era su misma raza; que eran barí que estaban 41$

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