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que se quemara. Volvía a echar leña todo el tiempo produciéndose un gran fuego. Primero le hizo una trampa con un gran palo. Cayó Si bahió. Le echaron leña, mucha leña. Después, la prendieron fuego. Y se quemó todito. Cuando se quemó toda In leña la dejó allí sin mo verla. (Repite). Cuando se apagó fuego, v&vó por la madrugada y, observando cenizas, oyó ruido como silbidos. Se oían muchos silbi dos. Después vinieron varios barí a oírlo. Un barí dijo: «Voy a es parcir un poco de ceniza». Primero comieron y salieron a esparcir de nuevo ceniza. Primero esparcían la ceniza de la orilla. Se oía ruido por donde iban personas y, al regar la primera ceniza, salió dabaddó. Antes eran puro barí. Regaban poco a poco y seguían oyendo mido; aunque no veían a nadie. Dabaddó salió hacia muy lejos, de la ceniza. Dabaddó sale retirado de donde murió Sibabió. (Cenizas con ci aire se mar chan). Donde se oía silbar recogían la ceniza y la extendían y co menzó a salir dabaddó. Cuando salía dabaddó retirado, se oía el ru do del machete. Empezaba a abrir camino para salir —marchar—. Donde regó ceniza, salió dabaddó. Silbaba mucho.. (Observan sil bido de dabaddó). El que esparció la ceniza le dijo: «Tú te llamarás dabaddó». Dabaddó disparó escopeta para sustar a barí. Los barí quisieron juntarse con dabaddó. PCI-o éstos no quisieron. Cuando da baddó salía, tiraba tiros. Barí pensaba que quería unirse con ellos, pero dabaddó no quería. Por eso dabaddó es malo. Volvieron a esparc1r ceniza, y salieron los moros durubá. Comien za a saltar y brincar de la ceniza: «Tic, tic...>). Volvieron a esparcir ceniza, y salieron dantas. Comenzaron a brin car y saltar haciendo: «Tuc, tuc...». Estos animales se llamarán danta. Volvieron a esparcir ceniza, ‘z salieron los yukpa, con arco peque ñito. Y se oía el mido de tos arcos yukpa. Los yukpa, cuando salieron pensaban que barí querrían juntarse con ellos, pero no quisieron. Por eso los yukpa son malos. El que va regando ceniza, al ver al yukpa le dijo: «Ud. se lla mará yukpa». Y seguía esparciendo ceniza. Esparció cenizas y salieron los ichigbarí. junto a los dabaddá. Qui so juntarse con ellos, pero ichigbarí no quiso. Salió cerquita de los dabaddó, pero no por trocha alguna, sino por el aire. Salieron mujeres y hombres. El que regaba ceniza les dijo: «Vosotros os llamaréis ichigbarí». Esparció más cenizas y salieron daviddú. Sale silbando de las ce nizas. (Repite). Siguió el camino cerquita de ichigbarí. Salieron hom bres y mujeres daviddú. Cuando regaba cenizas, seguían oyéndose sil bidos en las cenizas. Esparció más cenizas y salió ganado junto a dabaddó. Por eso dabaddó tiene ganado. Cuando sale ganado, sale silbando por donde está dabaddó: «Tac, tac; um!, ¡um!». Había mucho ganado. Mucho. Vacas. Muchas vacas... Esparcieron las cenizas y la danta salió donde mucho monte. El que regaba ceniza le dijo: «Vosotros comeréis su carne». 369

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