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nas tenía fuerza para caminar; se caía. Lo bañó en ese agua y reju veneció. Lo presentó a los familiares. Y su hermano le preguntó: « Por qué vienes aquí?». Y le contestó el espíritu: «Yo vengo porque me cogió daviddú y he muerto». Y el hermano le dice: «Tú viniste porque eres necio. Después vendrá nuestra hermana». El camino es un camino especial. Espera sentado hasta que los hermanos vengan a recogerlo. El hermano espíritu vino a verle y no había llegado to davía su hermano muerto. Otros espíritus dijeron al hermano espí ritu: «Vete a recogerlo». El espíritu del muerto estaba aguardando; miraba por todos los sitios; hasta que llegó su hermano y se lo llevó al cielo con los basunchimba. Al llegar al cielo, le bañaron en una piscina y rejuveneció con el agua. Fue con ellos y lo llevaron a pa sear y le daban tortuga para comer. Una clase especial de tortuga, distinta de la que comemos aquí. La hermana y un hermano del muer to vinieron donde le enterraron y encontraron debajo del cerebro de él tortuga y se la llevaron. El espíritu viene de noche a visitar a fa miliares, como ahora es de noche. Nosotros soñamos y vemos a los espíritus. Ellos vienen de noche a visitarnos. Si hay un hermano eñfermo viene a visitarle y se lo lle va con los basunchimba. Por el camino donde llegan los espíritus el hermano lo limpia. Si un hermano se muere en el día, allí es de noche. Ellos hacen la vida de noche. El que se muere llega a un lugar y espera sentado hasta que llega su hermano o un familiar a recibirle, por donde está Sabasiba le espera. Lo lleva por donde está Sabasba. El hermano le pregunta: « Por qué viniste? Por reírte mucho viniste aquí». El hermano tiene preparado un chinchorro, y el hermano le dice: «Acuéstate y descansa». Se acostó un poquito. Después, el hermano le dijo: «Si todavía no tienes fuerzas, báñate en esa piscina y obtendrás la salud». «Cuando te encuentres flojo y sin fuerzas vete, recuperarás la salud». El se bañó y recuperó la salud y las fuerzas. El se bañó y recuperó las fuerzas. En la casa tenía un tambor grandísimo —redondo— y los basunchimba le mandaron que lo moviera y jugara. Si no tenía fuer zas se caía y los basunchimba se reían y le preguntaban: « Por qué tú caíste?». «Yo no tengo fuerzas», contestaba. Lo mandaron a bañar y adquirió las fuerzas, para poder jugar con el tambor. El espíritu de la persona muerta no tiene fuerza para caminar. Por eso, le bañan y adquiere fuerza. Los espíritus envían al espíritu de la persona muer ta donde estaba Sabasba. Sabasba está en otro sitio distinto a don de llegan los espíritus. El sitio donde espera sentado el espíritu es redondo, bonito y hay mucha gente en el camino. Vienen a recogerle su hermano y otros familiares basunchimba. El va en medio. Si es espíritu, la gente basunchimba le empujan y, si se cae, no es autén tico espíritu. Si es de basunchimba, no se cae y le empujan. Le espe ran sus basunchimba familiares con ropa para vestirle. Lo visten y se lo llevan con los basunchimba. Allí le presentan a la mujer o a la novia. 346

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