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Si antes ha muerto su mujer, el esposo encuentra allí a su anti gua esposa. Lo llevaron y le presentaron a la novia. Y él se pregunta: « Cómo vine aquí?». El tenía su hamaca preparada. Vinieron her manos y demás familiares y le preguntaron: « Por qué viniste? Por que tú eres necio». El contesta: «Porque yo me morí. Por eso estoy aquí. Los espíritus me han traído». El le dijo a los espíritus: «Yo no tengo ropa». Y ellos le dieron ropa y le dijeron: «Vamos a cazar y a matar a dabaddó para poder robarles camisas. Fueron muchos basunchimba. El iba junto a su hermano. Llegaban a casa de dabad dó y allí hicieron un círculo y todos armados contra dabaddó. Lo mataron con otros arcos distintos a los que tenían en la tierra. Los dabaddó les tiraban con escopetas y ellos con arcos especiales. Un espíritu cayó en medio de los basunchimba porque era flojo. Los otros espíritus le dijeron al flojo que pidiera guayucos y por eso can tan «tarikbíbarí». Los basunchimba dijeron: «Como eres flojo, pide tarikbá y por eso canta <ctarikbíbarí». Los que son flojos tienen guayucos larguitos y las mujeres tienen dukdúras larguitas. Los basunchimba tienen ropas, son valientes. No tienen guayuco. Tienen ropas de personas. Sus armas no son como las de las otras personas. Son otras armas. Los que son flojos tienen guayucos largos y armas de aquí abajo. Los basunchimba, no. Cuando se muere una persona, espera en un lugar redondo hasta que salen sus familiares. Los espíritus —basunchimba— van con ro pas. Tienen dos sitios redondos. Uno donde esperan los espíritus de las personas muertas y otro por donde vienen los basunchimba a barrer y cuando ellos barren hacen ruido y dejan caer culebras a la tierra. En este sitio es donde esperan al hermano muerto. Desde ahí van en busca del hermano al otro sitio redondo. Cuando barren los basunchimba nos ven a nosotros y, si un han está enfermo, le ven. Nosotros, en cambio, no podemos verles; ellos sí a nosotros. Ellos nos ven bien a nosotros. Cuando ellos nos ven enfermos, piensan que nosotros vamos a ir con ellos. Si un hermano se muere antes, sale a recibir al que muere después. Allá lo recibe, lo abraza y le pregun ta por qué ha venido. Los espíritus de los muertos van siempre hacia donde está Sabasba. Sabaséba le dijo a Dabadosá que tuviera cuidado de las mujeres embarazadas y de las niñas que nacieran. Dababosá recoge a la niña al nacer. Dababosá le dice a la mamá que le iba a recoger la niña y se la llevó. Sabasiba le dijo a Dababo sá: «Va a pensar que tú eres tigre y eres persona>). Irá «compañero» de Sabasba. Kassóso le dijo a Dababosá: «Ponte el cuero de tigre, y, así, pen sará que eres tigre». El papá veía que se acercaba el tigre hacia la mujer y la lamía el vientre. Cuando nació la niña, la recogió en la boca y se la llevó. La niña iba llorando. A los dos días volvió otra vez y traía a la niña hecha ya señorita. La niña era ya grandecita. 347

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