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1.2. Hombre —grupo barí— Otro de ios fenómenos que resultaban enigmáticos para el pueblo barí, como para cualquier pueblo primitivo, era el de su existencia y forma de ser característica. Una vez más, su gran espíritu de observa ción les había llevado a percatarse de su condición humana y de las evidentes diferencias de los otros grupos étnicos conocidos: blancos, yukpa, guajiros... ¿Cómo podía ser posible este hecho? Y la tradición cultural barí había tratado de responder desde el mito a esta situación problemática. ¿Cómo era posible su propia existencia humana y la peculiaridad de su etnia? ¿A qué se debía esta diferenciación tan ma nifiesta? ¿Cómo iba a explicarse, a darse razón de ello, si no fuera porque en aquellos tiempos de los orígenes hubiese ocurrido alguna circunstancia que lo justificase, le diese sentido profundo, lo fundase? Y el mito barí acude de nuevo al gran personaje de su cultura: Sabasba. Nos cuentan en sus relatos, y nos lo confirman nuestros infor madores, que Sabasba era, como hemos visto, una persona muy apli cada a su labor-misión: transformador y ordenador de la tierra. Pero su trabajo resultaba muy laborioso; de verdad, ingrato. Por lo que se cansaba con frecuencia. En alguno de sus relatos hemos podido obser var que la frase «Y Sabasba se cansaba, se fatigaba» se repite hasta veinte veces consecutivas... Era natural que sintiese hambre y tratase de reponer sus fuerzas, como cualquier otro barí en semejante circuns tancia. En aquel entonces, nos relata el mito barí, soio existía la piña («Ñangardú»), cuyo fruto es tan exquisito para el barí. Sabasba, sin tiendo hambre, coge en sus manos una de aquéllas que encuentra más amarillas, más maduras, la parte por el medio con su machete y es cuando se percata que del corazón de la piña surge una familia: papá, mamá y niños. Era la primera familia barí. Sabasba, seguidamente, les impone un nombre: «Vosotros (“Uds.” dice la narración en su traduc ción acomodada a la forma de dirigirse en el castellano venezolano) os llamaréis barí» («Viyf humbarí bibrmia»). Esta misma acción se repite en los relatos mitológicos siempre que Sabasba, sintiendo hambre, coge una piña para recuperar fuerzas. De cada una de ellas surge una familia. Y cada vez les va repitiendo lo mismo: «Vosotros os llamaréis barí». Y así sucesiva mente. Surgía, así, el pueblo barí. etc., en lugares bien determinados. El mito barí de los orígenes pretende en contrar razón suficiente y definitiva tanto de la situación geogrófica como de las funciones distintas que cada realidad ocupa y desempeña dentro de ese nue vo mundo ordenado por Sabasba. Temas que analizaremos mós tarde. 217

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