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llanura alguna. . . ». Solamente existían piñas («Ñangadú») y algunos arbustos: naturaleza en bruto, sin orden. ¿Qué es lo que se pretende significar con este lenguaje tan carac terístico? ¿Qué intenciones podemos descubrir desde el punto de vista fenomenológico religioso? Si tenemos en cuenta el pensamiento mítico de otros pueblos primitivos, llegamos a la conclusión que, en el fondo de la estructura significativa de esta forma de expresarse, se nos está manifestando la proyección hacía la búsqueda de sentido profundo de un mundo que se encuentra ahora ordenado y que se considera desorde nado «en sus principios». Todo este lenguaje apunta a un modelo de transformación de aquél. El lenguaje utilizado de «tinieblas, oscuri dad. . . », nos está revelando un símbolo de totalidad falta de orden y de sentido: un verdadero «caos». El caos, según este mito cosmogónico barí, es el estado original del cosmos actual. Al presentar al universo de este modo, se nos está indicando su «falta de forma primigenia». El mundo, en sus principios, era una masa homogénea y compacta en la que no era discernible forma alguna, se hallaba sin sentido. En una palabra, era homologable al caos. El mito barí, remitiéndonos a dicha situación originaria, busca la razón de por qué ahora se encuentra este mismo mundo con orden, con sentido, tratando de «formalizarlo» y sacándalo de su estado primordial 2OO Es entonces, en este momento de los orígenes, cuando la mitología barí hace entrar en escena a un personaje muy significativo y de impor tancia capital en toda la cultura barí: Sabasba, cuyo significado eti mológico es «viento suave». Un personaje que pervade toda su cultura y a quien se le asigna en los mitos una función transcendental: la de proporcionar una imagen ordenada y fundamentada del universo. «Sabasba viene desde donde se oculta el sol». Esta expresión es una de las frases que con más insistencia se repite en los relatos mito lógicos barí. Una vez entrado en escena, se le hace venir cada día a desempeñar su función transformadora y ordenadora del universo. A 200. El mito cosmogónico baTí se sitúa, así, dentro de la estructura de un gran número de mitos del origen del mundo, según los cuales, el estado original del mundo es el «caos», en el que no es discernible ninguna «forma». Se pretende, por tanto, estructurarlo, &índole forma y normas de orientación fundamentadoras de su nueva realidad, completamente distinta a su anterior situación. Para este tema, cf. M. EuADE, Structure et /unction dii mythe cos mogonique, en VARIOS, La naissance dii monde, Paris 1959. Para el tema de «las tinieblas», cf. ELIAna, Le rnythe de t’éternel retour: archétypes et répéti tion, Paris 1949. 215

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