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queta, uno y otro en la parte inferior, formando un marco vertical, típico entre los chibchas. En él empleaban las mujeres la mayoría del tiempo libre, fabricando las distintas formas de tejido según el destino que se le daba: «Tarikbá» (guayucos masculinos), «Dukdúra» (faldas femeninas), cestos, canastas de todos los estilos... Los chinchorros los tejían con las manos sin utilizar el telar. Las mujeres eran también las encargadas de confeccionar cestas y canastas («Iddá») de distintos tamaños para pesca, hamacas, esteras de paja para el bohío... Mientras tejían o hilaban se distraían silvando o tarareando canciones que aún recuerdan nuestras informadoras. Cuando habían terminado la confec ción de los vestidos del hombre y de la mujer y, llegado el momento, cantaban los cantos tradicionales del «Tarikbá» y de la «Dukdúra». 2.6. Instrumentos de caza, pesca y lucha Ciertamente, el pueblo barí tenía muy poco desarrollado el sentido artístico, mostrado, casi exclusivamente, en la construcción de la casa comunal y en la fabricación de flechas. Por lo que respecta a la cerámica, nuestros informadores recuerdan haber existido objetos de cerámica elaborados por los antiguos barí. Aunque muy rudimentaria 142• Como instrumentos de caza, pesca y lucha empleaban los arcos y las flechas preparados con habilidad y sentido práctico 149 Era éste uno de los entretenimientos preferidos por los varones; especialmente du rante el invierno, o época de lluvias, se dedicaban a su fabricación. Los «Karí» (arcos grandes utilizados para cacería y como arma defensiva) se hacían de «Kéki» (macana fuerte «Kukdá»). Los «Atka rí» eran arcos pequeños empleados para otros menesteres. De extremo a extremo, los arcos se sujetaban con una cuerda de fique, cabuya o cordeles («Shda») o con bejucos de gran resistencia. Eran más largos que los arcos de los yukpa y resultaba difícil pro porcionarles la tensión debida, para lo que se requería fuerza y habi 148. Los que conectaron con ellos en la última pacificación atestiguan ha ber encontrado cerámica, aunque, al parecer, no destinada a usos culinarios (cf. A. de VILLAMAÑÁN, Primeros días..., 324). Hasta los años 1930 y quizá 1940 fabriaban cerámica, según prueba St. BEcKERMAN, a. c., 309. Uhimamente se han encontrado trozos de cerámica antigua, como pudimos constatar perso nalmente. En el Cerro Bobalí se han encontrado también objetos abundantes de cerámica. Igualmente nos confirman la existencia de hachas de piedras en tre los más antiguos barí. 149. Pueden consultarse: A. R. PoNs - OTRos, a. c., 46-50; A. de ALcÁ cre, Los barí..., 54-56; O. D’EMPAIRE, o. c., 203-214. 141

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