BCCCAP00000000000000000000223
dependencia de su medio ambiente natural. De tal forma afecta a aquélla que, durante siglos, se manifiesta realmente con pocas posibili dades de transformación en su forma de organización social y econó mica. Ya hemos analizado anteriormente cómo su organización social se ha mantenido intacta a lo largo del tiempo. Por lo que respecta a su organización socioeconómica, parece no haberse producido transforma ción importante alguna. Durante siglos, los barí han permanecido fieles a su vida y modo de obtener los alimentos y de transformar su téc nica en dicha adquisición. Con razón se ha escrito: «Dentro de su evolución y en conformidad con su mentalidad, el nivel de vida del motilón corresponde a sus aspiraciones del momento. Es feliz con lo que tiene, mientras no se le quite. No aspira a mayores cosas. Le sobra poder vivir holgadamente; tener abundante caza y pesca; que su mujer le corresponda y que sus hijos crezcan felizmente» 124 Lo que no se ha preguntado este autor es por qué no ha sentido otras aspiraciones. La respuesta no debe darse, sin más, desde la forma del ser del barí. Naturalmente que esto influye. Pero no basta. Creemos que se ha llegado precisamente a esa situación por una especie de determinismo ecológico y económico, difícil de superar en tales cir cunstancias. En efecto, la falta de inventiva en búsqueda de nuevas aspiraciones hizo de los barí un pueblo satisfecho en pacífica posesión de sus necesidades humanas elementales más o menos cubiertas. Pero a esto le condujo lo reducido de su unidad económica, a la que respon día desde unos niveles mínimos, pero que le satisfacían. La falta de contacto con otras culturas de economía más avanzada que dejase la impronta de la necesidad de una mayor productividad y de intercambio de mercancías, obstaculizó el progreso cultural y socieconómico. El concepto mismo que el barí tiene formado del trabajo es, sin duda alguna, muy primitivo: como simple medio de adquirir lo que necesita para el sustento diario de él y de los suyos. En consecuencia, el barí trabajaba cuando se sentía urgido por la necesidad inmediata. «Vivir al día» es una de las cualidades más sobresalientes de su forma de interpretar la vida. El trabajo no aparece, en modo alguno, como medio de acumular bienes y hacerlos rentables. El ahorro, la supera ción, el desarrollo mediante una mayor productividad competitiva, es incomprensible para el barí. Se contenta con aprovechar los recursos 124. A. de ALcÁcER, Los barí..., 61. 122
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz