BCCCAP00000000000000000000223

Existían dos casos en los que con cierta normalidad se optaba por la forma polígama de matrimonio: 1.0 Cuando la mujer con quien se había esposado un hombre no podía cumplir debidamente sus funciones biológico-sexuales- sociales propias en su matrimonio, el marido podía escoger otra segunda mujer para que la supliese en dichas funciones. Lo que ocurría en caso de esterilidad congénita o senil. Pero ésta pri mera no era rechazada ni abandonada. La esterílidad no condu cía entre ellos al repudio, sino a la poligamia. Seguía formando parte integrante del grupo familiar nuclear, al que se iban aña diendo una o varias progresivamente. En cuanto al número, de hecho, nuestros informadores no conocieron hombre alguno que tuviese más de tres. 2.° Otro de los casos de poliginia era producido por la muerte del hermano casado. Aunque no existía una norma reconocida como ley del levirato, sin embargo, existía un reconocimiento social de la conveniencia de que el hermano de aquél esposase a la mujer viuda. Los motivos no eran propiamente los de garantizar la descendencia de su hermano o la de perpetuarle, como era la intención del levirato en Israel y otros pueblos, ni la bús queda de la estabilidad de los bienes materiales, que no existían. La intención primordial era para que quedase recogida, propor cionándole seguridad económica y social, tanto a ella como a sus posibles hijos. Caso de que el marido muerto no tuviese más hermanos, el mismo Ñatubái solía recogerla y esposarla En tales circunstancias, sobre todo, el pueblo barí apreciaba la poliginia. No obstante, no solia ser frecuente, debido a las dificultades que proporcionaba. La poliginia, lejos de crear fricciones, se incardinaba con naturalidad y equffibrio en su sistema social, no creando mayores dificultades a la unidad familiar. Todas las esposas eran reconocidas con su propia fun 97. La intención de la ley del levirato israelita, expresada en Dt. 25, 5, era distinta. Esta institución, existente también en otros pueblos antiguos (asi rios, hititas...), tenía por finalidad perpetuar la descendencia y garantizar la estabilidad de los bienes familiares. Entre los barí no se podían dar estas motivaciones, ya que vivían en otra infraestructura socioeconómica que hacía inútil este propósito. 93

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz