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LAS MOSCAS 69 Sartre interpreta toda esta situación como superstición en boca de El Pedagogo. Es la filosofía del miedo frente a la filoso fía de la racionalidad. La relígíosidad, bajo este signo en que la vive la ciudad de Argos, surge del remordimiento, base del poder de la divini dad entre la multitud. Es el imperio del miedo y del terror, de los muertos. Es, también, el modo de que Egisto haya conser vado el trono, después de su homicidio real. Egisto es el mediador del miedo. Quien sostiene el remor dimiento de sus súbditos. Con su mirada, les hace sentirse culpables hasta la médula. Y, a su vez, por este mismo motivo, se obtiene el orden y la paz «sociopolítica> en la ciudad: dos funciones sociales de la religión, a las que en Las moscas se le dedica una buena mención... En este tema, Sartre nos hace recordar, como indicábamos anteriormente, las críticas de pensadores epicúreos romanos y de otros más cercanos a nosotros, que han denunciado postu ras conservadoras clericales dentro de las funciones sociales de la religión. La misma presentación que Sartre hace de Júpiter a lo lar go de su obra confirma esta interpretación de la religión, en su aspecto más lúgubre y negativo. Júpiter, es, ante todo, el dios de la muerte, de la ultratumba... Parece que sólo tiene dominio sobre los astros, el mar..., la naturaleza, en este mun do y del hombre en «el más allá»... «Te gustan las viejas enlu tadas». Y, «cuando más se parecen a los muertos más te gus tan» (p. 20 [98]). Sus relaciones con los hombres «huelen a muerto», a «culpa», a «remordimiento», a «expiación», a «su perstición»... Electra, en el enfrentamiento con la estatua de Júpiter, recoge en una frase breve, pero condensada, la mejor descrip ción de la función de la divinidad en relación a esto:

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