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74 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA no nos han franqueado nada para el dicho fin: que sola la Rvda. Comu– nidad los ha costeado de lo que ha sacado del hato, y sobre todo calcule V.S. ¿cómo cumpliremos lo que nuestro soberano tan encarecidamente nos encarga y descarga su conciencia con nosotros para el incremento de esta reducción, si habemos de entregar las reses ofrecidas? De no poco atraso han sido para la hacienda las contradicciones del Sr. D. Miguel Marmión, que , si bien se considera el oficio de V.S., se ve el ánimo de fomentar , y si se atiende al del expresado Sr. D. Miguel Marmión, que me pasó a 7 de mayo del presente año, se dirige a destruir, a lo que V.S. podrá satisfacerse con el testimonio que mando de él y de mi respuesta le hice, se podrá conjeturar cuán sin razón, sin noticias verídicas procedió, sin acordarse de lo que se le tenía comunicado, y bien presumible que todo su modo de pensar y de los que tan franca– mente les dio oídos, se dirigía en darnos que sentir, por mirarnos unos y otros con desafecto, como se deduce de varios oficios pasados y por otras noticias ciertas tenemos, sacándonos de toda duda para afirmar el desafecto, el haber propuesto a V.S. el que corra la fundación premedi– tada al cargo del ya citado D. Ant onio López de la Puente, ayudante de esta plaza, oficial de una irregular conducta, que, por ser tan notoria, nos remitimos a que se tomen declaraciones a las personas de más honor y crédito de esta provincia, y tenemos por cierto declararán lo que es no– torio, los escándalos cometidos dentro y fuera de la ciudad de Guayana, los que no son ignorados por el Sr. D. Miguel Marmión, y que sus irre– gulares procederes dieron motivo lo tuviese una porción de tiempo arres– tado. Y preguntado por qué le había arrestado, respondió "que eran tan– tos los graves motivos, que no sabía por cuál señalar", pero, como su fin era darnos que sentir, por eso lo mandó de comandante de la escolta de nuestras misiones, y como el fin del expresado ayudante D. Antonio Ló– pez es vivir siempre entre estos gentiles, de quienes está seguro no le acusarán de su modo de proceder y malos ejemplos que entre los espa– ñoles de la Guayana, le tienen notado, éste ha sido y es, a nuestro sentir, el motivo de la idea de que se haga la expresada fundación, aparentando caudales sin fundamentos para que él y el Sr. D. Miguel Marmión logren el intento de que vivamos inquietos y desacreditados. Pues no ignora el Sr. Gobernador Marmión el modo de proceder de este oficial, pero, como ha procurado en privarnos de la paz y sosiego, no podía elegir de mejor para lograr sus intentos . No poco podía expre– sar a V.S. de los irregulares procederes de este oficial, como puede ver en las declaraciones que a ésta acompañan y se podrá diligenciar por V.S.

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