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326 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Joaquín de Barcelona, que fueron cogidos cerca ya de las bocas del Orinoco conmigo, en un mismo barco, al llegar de vuelta en las forta– lezas, luego se murieron y quedé yo solo, solo. Los dos Padres Pedro Mártir de las Presas y Manuel de Vich se fueron antes de la emigración para Barinas. No sé si son vivos; lo que se dice es que Bolívar con su ejército salió para allá, en donde está Morillo con once mil hombres y que se teme habrá mucho derramamiento de sangre. Fr. Juan de Vich está en Trinidad, si no ha salido para Cataluña. Cuando Dios me haga la gracia de poder besar la mano de V. Rma., podré referir cien mil cosas más. Pues que el Señor lo conserve por mu– chos años con salud y gracia. Besa la mano de V. Rma. su afecto súbdito, Fray Serafín de Arens (fir ma y rúbrica). 327 Situación de Guayana en 1817 y suerte de los misioneros que a comienzo de ese año allí ejercían su min isterio apostólico, según referencia de uno de ellos, el P. Nicolás de Vic (1818). - Copia (NICOLÁS DE VICH , Víctim as de la anárquica feroci– dad. Elogio histórico-fúnebre . .. , Vich (1818), nota preliminar) . Guayana está en la costa firme de la América meridional: es una de las provincias de Venezuela, sujeta a la Capitanía general de Caracas en el Virreinato de Santa Fe . Está situada en las márgenes del gran río Orinoco que la divide de la provincia de Cumaná. Hace 94 años que los PP . Capuchinos catalanes tomaron a su cargo introducir la luz del san– to Evangelio a aquellos indios bravos que habitaban dicha provincia entre las oscuras sombras de la infidelidad e ignorancia, y, si bien es verdad que los PP. de la Compañía de Jesús, los PP. Agustinos Descal– zos, algunos PP. Dominicos y aun los mismos Capuchinos habían ido a las orillas del Orinoco con el propio fin, mas lo fragoso de aquel te– rreno y la falta absoluta de medios para subsistir, precisaron a unos y otros al abandono de la empresa. En el año, pues, de 1724 emprendieron de nuevo pasar allá los Padres misioneros capuchinos de esta nuestra provincia de Cataluña, por real orden del soberano Felipe V, habiendo ya puesto en arreglo

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