BCCCAP00000000000000000000221

312 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Esta vuestra Comunidad, no habiendo tenido efecto las representa– ciones y súplicas que las ha hecho convenientes a lo dicho y que provi– denciasen para contener varios excesos de gastos de víveres, especial– mente de carnes, ya no puede hacer más que suplicar a Vuestra Majestad algún remedio que confía se podrá hallar , excitando a vuestro Goberna – dor e Ilustre Ayuntamiento a que no carguen tanto el peso de la defensa o del abastecimiento de carnes a esta vuestra Comunidad o a estas mi– siones de su cargo, pues ya están próximas a no poder abastecerse a sí mismas, y a la villa de Upata y a las tropas de los castillos de la anti– gua Guayana, como siempre se ha acostumbrado , sino que se valgan de otros recursos que económicamente pueden tener a mano . Estos pobres indios, para poder subsistir y trabajar en estas mi– siones, no tienen otro recurso sino al casabe de sus labranzas y al mo– derado pedazo de carne que de dos en dos días o tres en tres días en estos últimos años, les suelen repartir los religiosos misioneros. Pero los vecinos de la capital y de la antigua Guayana tienen muchos recur– sos, que muy bien pueden proporcionarles el Ilustre Ayuntamiento y vuestro Gobernad or con su sabia economía. Pues, primero: pueden tener recurso a los hatos vacunos de los hacendados de la capital y demás territorios de la provincia, que natu– ralmente no pueden estar todos ellos tan deteriorados o menguados como el común de estas misiones por los dichos tan crecidos gastos y extrac– ciones de más de once mil vacas para la capital, con otros muchos más centenares que , por ser ganado de poca fuerza y resistencia , fecundas de vientre y cansadas en tan dilatados caminos de más de cincuenta leguas desde sus pastos o lugares comederos hasta la capital , han pe– recido unas con sus crías recién nacidas y mal paridas y se han perdi– do sus carnes, y otras que se han ahogado en los ríos, mayormente en el caudaloso Caroní, que necesariamente han de pasar a nado. Segundo pu nto. Pueden tener recurso si quieren pagar las carnes un poco más caras, como deben en tales casos, a los vastos llanos de Apure, en donde, según lo refieren los penúltimo s oficios del Ilustre Ayunta– miento y nuestro Gobernador, que hay abundancia de ganados , y se sa– be que de allí se han bajado varia s veces en otro tiempo para la capital, a fin de embarcar los que ésta no quiso , para las islas. Tercero. Pueden tener recurso y muy abundante a las pesquerías del Orinoco, que es mucho lo que abunda el pescado, mayormente en los ca– ños cercanos a sus bocas para el mar; a tal que, según concepto expli– cado a algunos religiosos por cierto individuo de la misma capital, re-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz