BCCCAP00000000000000000000221

308 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA que son cimarrones o fugitivos de sus pueblos, y lo peor es que estos delincuentes cimarrones, que no son pocos y suelen estar refugiados en– tre españoles muchos meses continuos y aun años, cuando vuelven a sus pueblos, no sólo vuelven desnudos o casi desnudos, porque muchas ve– ces no les pagan, según ellos dicen, o si les pagan, todo cuanto van ga– nando trabajando, lo malgastan prontamente con aguardientes y torpe– zas entre los mismos españoles o sus esclavos o sirvientes, sino que se les olvida de tal modo la doctrina cristiana, que ni la oración del Pa– dre nuestro saben muchos de ellos cuando vuelven, y llegan a aborrecer en tanta manera la santa misa de los domingos y fiestas y la doctrina cristiana y santo rezado cuotodiano, que se acostumbran en todas las misiones por la mañana con asistencia de todo el pueblo, que cuesta muchos trabajos de amenazas y aun castigos el volverlos a inclinar y ha– bituar a ello. Mucho más se podría decir sobre esto, pero aquí tiene vuestra piadosa Real Majestad suficientemente expuesta la civilización política y cristiana que aprenderían los indios con los españoles que se establecieran y avecindaran en sus pueblos de misión. Vuestro Gobernador y el Ilustre Ayuntamiento acaban de experi– mentar, como a un milagro, una especial providencia de Dios nuestro Señor sobre estas misiones de indios del cargo de esta vuestra Comuni– dad. Ellos mismos aclaman con voz pública y lo certifican en su acta y auto citados, que deben la salvación de la capital y aun de sus pro– piedades y de sus vidas a la gran fidelidad, obedientes servicios, esfuer– zos, trabajos y fatigas de estos pobres indios y a sus largiosos (sic) ofre– cimientos de todas especies de víveres, con muchas irrecuperables pér– didas que por ello han sobrellevado de sus peculiares intereses; y ahora, como en acción de gracias o aprecio de todo ello, vayan españoles a sus pueblos, establézcanse y avecíndense en ellos con el especioso título de honrados y de buena conducta, y con el otro más especioso e irresistible real título de repartimiento o venta y compra de tierras, apodérense de sus sabanas o tierras de pastos de ganados, sin obstar el que desde su primera reducción o fundación de sus pueblos hasta ahora las han tenido y aun tengan en pacífica posesión y enteramente ocupadas con los ganados de su comunidad; ni el que las hayan desocupado en parte alguna para otros ni por motivo ni fin ni interés alguno sino solamen– te para defender los derechos de la real corona de Vuestra Católica Ma– jestad en esta provincia de Guayana en tan calamitoso tiempo como el presente, en que los ladrones, insurgentes, enemigos de ella han preten– dido apropiárselos, y para poner caritativamente en salvamento los ho-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz