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MI S!ON DE LOS CAPUCH INOS EN GUAYANA 281 cosas, el tiempo y los hechos vinieron a dar una vez más la razón a los mi– sioneros, como pued e comprobarse por otros documen tos posteriores. 316 Solcitud del Ayuntamiento de Guayana para que el hospicio proy ectado por los misioneros capuchinos de Gu ayana sea levantad o en la capital y destinado a centr o de enseñanza (Guayana, 22 marzo 1813) . - Original (AGI , Caracas, 968) . Excelentísimo Señor. El Ayuntamiento constitucional de esta ciudad , animado de un fer– vor religioso por el bien espiritual de estos habitantes , que en sus cos– tumbres se van relajando progresivamente y deben contenerse y refor– marse con tiempo, debe hacer presente a Vuestra Excelencia el origen de que dimana este mal tan perjudicial en un pueblo cristiano. Esta capital que , aunque no es populosa , reúne un vecindario de siete mil almas, no tiene más ministros sacerdotes que el gobernador del obispado, Obispo electo, de avanzada edad y achacoso; un canónigo, otro coadjutor, un cura y un sacristán mayor : que en todo son cinco. Este número es muy corto para que pueda sobrellevar todo el peso de una feligresía tan dilatada a proporción, ya sea de sermones doctrinales y panegíricos, y ya de la administración del sacramento de la penitencia y otros actos indi spensables de nuestra santa religión. Y por lo tanto , hallándose el santuario en tan deplorable estado , en términos que la única iglesia que hay y bien reducida se cierra los días de trabajo a las siete de la mañana , y los días festivos entre las diez y media, carecen los habitante s de sacerdote s que los dirijan e instruyan en el fundamento de los dogmas que aprendieron en su niñez superficialmente , y es causa de que la miren con tant a indiferencia, y como un a obligación exterior el cumplimiento de sus preceptos. Y deseando el Ayuntamiento atajar un mal tan perjudicial y aun transcendental , se ve en la estrecha necesidad de proponer a V.E. el medio que, atendiendo a las circunstancia s de la pobreza de este país, ha conceptuado el más adaptable al intento . Habiendo la Rvda. Comunidad de los Padres Capuchinos catala– nes que evangelizan en esta provincia , ofrecido hacer un hospicio en esta capital, se expidió por Su Majestad una real cédula para que se pusiese en ejecución su fábrica que hasta ahora no se ha verificado por varios in-