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MISION DB LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 269 des ordinarios de sus adelantamientos , para la erecc1on de las escuelas de primeras letras, hospitales y demás establecimientos de necesidad. Quinto: que se puedan admitir todas las familias honradas de es– pañoles, así blancos, mestizos y pardos buenos, y que, sin perjudicar a los naturales, se les confiera solares y tierras de labor y cría. Sexto: que desde el momento de la llegada del principal conserva– dor, se dividiesen en tres o cuatro capitanías pobladoras subalternas los 27 pueblos, erigiendo al centro principal. Séptimo: que, arreglados así las propiedades y terrenos, cesen du– rante esta lid las limosnas de los curas, sujetándose al diezmo y primi– cias según el orden de las demás mitras y a las demás obvenciones, de– jando al cura su convento y 25 vacas de cría, 12 yeguas y demás anima– les, procurando dedicarse a la cría de mulas tan apreciada y de tanto va– lor en las colonias aproximadas. Octavo: que para las misiones de los Observantes se siga igual con– ducta, cesando enteramente en el gobierno temporal y económico, pu– diendo este gobierno nombrar su capitán principal poblador, por no ser de tanto interés como el de la parte oriental. Noveno: que las misiones de los misioneros Observantes que no tengan 400 almas, se reúnan en un pueblo el más saludable, abundante de tierras de labor y pastos, para que, al paso que no sean tan gravosos al Estado en las contribuciones, sigan sus tareas evangélicas hasta las cabeceras del Caura, para abrazar la gran comarca que media entre es– te río, la Esmeralda, río Ventuario y el Orinoco, extendiéndose los mi– sioneros de Río Negro entre la gran comarca que forman los ríos Pasi– mona, Siapa, Cababuri, Aynes, Blancas, Río Blanco, extendiéndose con declinación a la desembocadura del Río Negro en el de Amazonas, a fin de cortar los progresos de los portugueses, descendiendo al sur de la laguna Parime para impedir la penetración de esta nación desde las Ama– zonas. Décimo: que sigan las reducciones de los Padres catalanes que su– cesivamente vengan extendiéndose hasta las cabeceras del Caroní y las de Cumaricara, Mao y Esquivo al norte de la laguna Parime. Undécimo: que inmediatamente se erija una nueva misión mixta de españoles desde el leste y seno que forman el Orinoco entre Supina– ma, Paicara con Curumo, Araquire, Arature, Amacuro, extendiéndose por primera diligencia no tan sólo hasta nuestra demarcación en el río Esquivo, sino que, siguiendo este río, declinando cuanto se pueda hasta el sur, se extiendan al norte de la Guyana holandesa, hoy inglesa