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258 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 5 de abril de este presente año y consecuente a la real cédula de Su Majestad, de 9 de agosto de 1807. A pesar de que dicha real provisión no viene antecedente, como dice el referido testimonio, se debe supo– ner que en estas misiones de mi cargo hay diferentes naciones de indios, como son: Guayanos, caribes, guaicas, panacayos, guaraúnos y aruacas. De la nación gi_1ayana, cuyo número de almas llegará a seis mil y de cuya nación tiene su denominación esta provincia de Guayana, y es la pri– mera que se redujo a vida cristiana y civil por los misioneros, se pue– de tomar el modelo para el fin que se pretende. Pide Vuestra Señoría lo primero qué indios hay arraigados en los pueblos de mi cargo y en qué consisten sus arraigos. Aunque los indios guayanos podrían de algún modo llamarse arraigados por habitar en la misma tierra de sus antepasados y de inmemorial posesión, pero no se pueden llamar tales en los términos que se pide, pues tanto esta nación como las demás dichas tienen los mismos arraigos que tenían en la gen– tilidad, que consiste en una labranza de yuca para pan y bebida, raíces, algún maíz y frutas del monte para la comida. Sólo se ha añadido a esto que, para reducirlos, contenerlos, fomentarlos e industrializarlos se fun– dó el hato de ganado vacuno, que en parte existe, y para lo que se ha valido la Rvda. Comunidad con los apuros, trabajos y solicitud que es y ha sido patente, logrando con ello aplicarlos también a los ramos de industria, en que algunos se hallan en la actualidad. Todos igualmente trabajan las tierras respectivas a sus pueblos, sin haber en alguno de ellos arriendos ni censos, antes algunos de ellos in– mediatos a los españoles, se miran molestados por ellos, quitándo– les sus tierras sin que se les haya sufragado los recursos. Jamás han pagado diezmos voluntari amente ni primicias ni se les han cobrado, guardándose las disposiciones pontificias y reales leyes; sólo en tiempo de D. Manuel Centurión, Gobernador que fue de esta provincia, con título de diezmos y siniestros informes se apoderó de los pueblos y ha– cienda del ganado, puso en todos corregidores y, habiendo obtenido por espacio de 15 meses con violencia el manejo de todo, hizo un reparable estrago con considerable atraso al servicio de Dios y del rey nuestro señor, quien, dándose por deservido, mandó volviese los pueblos y to– dos los intereses de los indios y Rvda. Comunidad del modo [que] lo ha– bía hallado, aunque no fue posible lograr se efectuase completamente. Fue aquella una violenta y no voluntaria contribución, que es el asunto del tercer punto en que estamos informar ( sic) . Pero no han sido violentas las contribuciones que ya antes de aquellas y después han

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