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24 FUENTES PARA LA HISTORIA COLON IAL DE VEN EZUE LA cerros del propio nombre, cerca de la horqueta que forman los ríos Ca– roní y Paragua; corre bañando las misiones de PP. Capuchinos catala– nes y recibe las aguas de muchos ríos menores que no se señalan en el plano; tiene diferentes raudales o arrecifales que sirven de algún em– barazo para su franca navegación, pero los holandeses lo transitan en cu– riaras, piraguas y falúas y hacen por él su comercio de indio s que es– clavizan, y de otras especies y producciones del país. El gobierno de Esquivo mantiene destacamento en un fortín llamado el Castillo Vie– jo, situado en la desembocadura de este río y de Maruni, y guardia avan– zada de 20 a 25 leguas dentro de Cuyuní, en cuyo intermedio tienen haciendas de café, caña y otros frutos, como se vio por el año de 58, y posteriormente es de presumir hayan avanzado y aumentado más pose– siones, según noticias de indios que transitan frecuentemente por aque– llos parajes. Lo que obliga a advertir aquí de paso que, hallándose tam– bién apostados en la costa de la mar a la parte nuestra de Moruca con casa fuerte, destacamento de tropa y un buque pequeño armado en guerra, a poca diligencia podrán llegar a ocupar la porción más impor– tante y fértil de la provincia, donde se hallan las misiones de los PP. Ca– puchinos catalanes, y tener muy fácil y breve comunicación a lo más interior , y no habiendo obstáculo que lo impida, entrar y salir cada vez que quieran a registrar nuestras posesiones, observar los movimientos y adquirir cuantas noticias les convengan para sus ideas; y si en algún tiempo llegasen a declararse contra nosotros o recayesen aquellos esta– blecimientos en manos de otra potencia más ambiciosa, nos hallaríamos con el enemigo ya dentro de casa aposesionado , de modo que no sería tan fácil el desalojarlo . Orinoco. Su importancia lo hacía acreedor a que se entrase en un detalle muy por menor de una multitud de objetos que todos merecen atención, sus rumbos , distancias, bocas, caños, isletas, ríos mayores y menores que entran en él, etc.; pero, para evitar la confusión que po– dría resultar de tanta prolijidad y menudencia de noticias , se dará aquí una idea general, tocando por mayor algunas de sus circunstancias prin– cipales y de los ríos Apure, Meta y otros que le tributan. Sobre el origen o cabeceras del Orinoco ha habido variedad de die· támenes muy distantes entre sí y de demasiada prolija discusión para este lugar. El P. Caulín, en su obra moderna, afianzándose en obser– vaciones y relaciones más exactas y confrontando noticias que pudo ad– quirir de los mismos naturales y de otros, las pone en grado y medio de latitud norte y en los 317, poco más o menos, de longitud, en la inme-

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