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230 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA tras m1S1onestan rudos e ignorantes en las cosas de la religión como cuando salieron de los montes, y, en ramos de industria, digo puede ser hayamos [más] a proporción en las misiones que en la misma capital de Guayana, pues habiendo carpinteros, herreros, tejeros y zapateros, hay curtidores y tejedores de lienzo, que no sabemos haya en Guayana, a lo menos teleros, todo lo que está conexo con el trato civil y el ramo industrial. En cuanto hablar la lengua española, a más de serlo el rezado, los Padres misioneros jamás o rara vez les hablan otra lengua, y, por mo– tivo de que la aprendan mejor y más fácilmente, se mortifican los reli– p;iosos a tener habitualmente 10 ó 12 muchachos en casa, vistiéndolos y dándoles de comer, y tienen escuelas de leer, música, etc., en donde hay comodidad. 6. - Que formamos pueblos de 100 y menos indios con gravamen de las reales cajas. Digo para prueba de lo contrario que se examinen los estados ge– nerales de nuestras misiones, en que no se encontrará pueblo que llegue a cinco años de fundación, que no tenga más de 200 indios, a no ser que alguna vez, por alguna fuga general, queden pocos, hasta que o se fomenta otra vez o de una vez se deja; y, dado que fuese verdad lo que dice el informe, poco han gastado las cajas reales para la reducción de los indios, fundación de pueblos, erección de iglesias, fábricas de uno y otro, como podemos hacerlo constar. 7. - Que hemos hecho las entradas y reducciones de los indios gen– tiles hasta ahora sin noticia del gobierno y, sin la misma, hechas nue– vas poblaciones. Consta lo contrario con los oficios, cartas y respuestas a ello, que se hallan en el archivo, y, si se ha practicado alguna vez mandar indios a los montes, solos o con algún español de confianza, no ha sido a nuevos descubrimientos, entradas o reducciones de gentiles, ni para fundar pue– blos, sino sólo en busca de fugitivos, para lo que los jefes de la provincia daban licencia general, sin que se les hubiese de molestar para cada vez. Caroní, 30 de septiembre de 1802. Fray Luis de Castelltersol, Prefecto.

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