BCCCAP00000000000000000000221

140 FUENTE S PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA muchos se desertan a los montes de donde salieron, a disfrutar de la libertad que les representa la memoria que conservan de sus padres, ma– yores, parientes y parciales. El nuevo sistema que propone el Intendente de Caracas sin duda es el que se halla generalmente adoptado en todas las provincias de esta América, como el más conforme al espíritu de las leyes de gobierno de es– tas Indias y posteriores reales resoluciones , pero, como los presupuestos en que los funda para los de esta provincia de los del cargo de los PP. Capuchinos catalanes , se hace preciso evidenciarlos primero con un pro– lijo reconocimiento y examen de cada uno de los particulares que expo– ne, a fin de que sus datos proporcionen un sólido establecimiento sin las contingencias a que se expondría, dirigido sólo sobre opiniones y dictá– menes exteriores, que deben estimarse por fundamentos vagos mientras no se realicen, sería necesario se autorizase al gobierno de esta provin – cia para que, sin obstáculos por parte de los dichos Padres, se pudiese inter iorizar en cada uno de dichos puntos, sin entrar en contiendas ni disputas , para todas las operaciones que juzgase conducentes al más cla– ro, efectivo y específico conocimiento y examen de los mismos presu– puestos, sin cuyo preciso requisito siempre será una empresa muy difícil supuesto el actual sistema que inexorablemente observan dichos Padres con total independencia de este gobierno en todo lo político y económi– co de los pueblos de su cargo, autorizados con la citada real cédula. Así los dos hatos grandes, como los particulares de cada pueblo que expone el Intendente de Caracas, igualmente que las sementeras y otros efectos de industria en que se emplean los indios a nombre de sus comu– nidades , es cierto que sólo se manejan por los mismos misioneros bajo la dirección, gobierno y disposiciones de su Prelado y Conjueces por me– dio de un Procurador religioso que se nombra en sus Capítulos y corre con el todo de aquellos fondos , sin que el síndico secular, que mantienen en esta capital , tenga más manejo que el de ciertos limitados encargos que le hacen para proveer aquella procura de lo que se necesita, o bien para las ocurrencias de los mismos pueblos, o bien para los de los misio– neros , cuyos encargos no le pueden suministrar al síndico idea total de la verdadera existencia , productos, inversión y residuo que resulta a favor de las mismas comunidades general y particulares, y de este sistema es consecuente la falta en este gobierno de las noticias y conocimientos ne– cesarios para poder afianzar con buen éxito el que propone el dicho In– tendente, no siéndome fácil adquirirlos por medio de ministros secula– res subalternos por estar totalmene éstos prohibidos en dichos pueblos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz