BCCCAP00000000000000000000221

136 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUET .A rior, se emplea en pagar los sueldos de los mayordomos españoles que cui– dan del hato y algunas queseras; ítem, en dar a los vaqueros el valor de un peso por cada res que traen a la villa de Upata y algún regalo cuando traen ganados a otras partes; ítem, en darles también cuchillos y otros hie– rros necesarios para el cuido de la hacienda ; mas en comprar caballos pa– ra el cuido del ganado, sevadilla para las gusaneras, etc. Y para que se vea más claro todo lo dicho, incluyo con la letra F un extracto de las cuentas de las entradas y salidas de cada año según lo que nuestro Procurador presentó en Capítulo. Con lo que se ve que el producto del hato no sufraga para el ser– vicio del santo sacrificio de la misa, para vestir a los misioneros, para gastos de enfermería y otros necesarios , sino que necesitamos para todo esto de los sínodos asignados por la piedad de nuestro soberano, y aun con ellos pasamos parcamente. Los que dicen que nosotros tenemos mil riquezas, no me harían el favor de decir para qué queremos nosotros las riquezas. No vestimos preciosamente ; comemos parcamente y, si tal cual vez algún pollo, es porque lo criamos; no jugamos ni regalamos nada a nadie y, si no, que demuestren lo contrario, y que se informe al Real Consejo de personas desinteresadas de nuestra conducta y verá la verdad de lo que escribo. Luego si no las gastamos en vestidos, comidas, juegos ni regalos que es para lo que se estiman y quieren las riquezas, señal es que no las tenemos. Si V.C.R. quiere más papeles, pídalos, que se los enviaré, pues no lo hago ahora por no abultar más el pliego y porque ya se ha escrito tanto a los tribunales de Santa Fe, Caracas y a esa procura, sobre lo que ahora se pide, que enfada repetirlo tantas veces. Sobre de mudar el sistema actual o gobierno de las misiones, digo que si lo hacen, será perderlas. Créame V.C.R. que, si nosotros que lo vemos y palpamos, considerásemos ser necesario otro del que tenemos para el mejor gobierno político e instructivo de los indios, nosotros mis– mos lo pediríamos. Lo que sentimos es que no nos den la escolta de 25 a 30 hombres con un oficial de buena conducta, que nos tiene concedida el soberano para tener con qué reducir tantos indios como todavía hay por estos montes, tenerlos sujetos en los pueblos y poderlos civilizar en ellos con los oficios mecánicos que se van introduciendo, con mandarles de peones a la capital, etc. Con lo que me parece haber contestado a su apreciada de 30 de enero de 93. Dios nuestro Señor guarde la importante vida de V.C.R. por mu-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz