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60 FUENTES PARA LA HISTORIA COLON IAL DE VENEZUELA té de S.M. sobre situar nuestras limosnas en Cumaná, según V.E. fue servido comunicarme. Yo me hallo acompañando a Don Joaquín Moreno en esta Nueva Guayana, Angostura de Orinoco , de cura interino, en donde ayudo a es– te caballero en lo que puedo y me corresponde , consolándole en las fa– tigas y aflicciones que padece su celo en la aplicación verdaderamente grande que tiene, no obstante su quebrantada salud, para vencer tantas dificultades que le ocurren en obrar según el fin e intenciones de S.M., asegurándole que esas mismas son testimonio no solamente de su cons– tancia y amor al servicio del rey nuestro señor, sino también que es bue– na la empresa que tanto cuesta, conducente y útil al bien de la monar – quía y gloria de Dios. El mismo Señor guarde la importante vida de Vuestra Excelencia muchos años. - Angostura de Orinoco, en 8 de noviembre de 1765. Excelentísimo Señor: Beso la mano de V.E. su más afecto servidor y devoto capellán, Fray Fidel de Sautó, Procurador de las misiones de Guayana ( firma y rúbrica) . Excelentísimo Señor D. Frey Julián de Arriaga. 153 Carta del P. Bruno de Barcelona al Comandante general de Guayana ha– ciendo resaltar cuanto la misión ha hecho en pro de la ciudad de Guayana y de Angostura (Montecalvario, 30 noviembre 1765). - Original (AGI , Caracas, 136). Señor Gobernador D. Joaquín Sabas Moreno de Mendoza: Salud . Muy señor mío: La última recibo de Vuestra Señoría, su fecha de fines del corriente, me constituye en un estado de apartar disimulos y ha– blar más claro de lo que he practicado hasta el punto presente, por ocu– rrir a un tiempo al real servicio y el buen crédito de nuestras misiones. En ella se me queja V.S. (lo que repite en otra que V.S. escribió al M. R.P. Prefecto) sobre el poco casabe que remitíamos a esas reales fábri– cas de la Angostura. No hay duda, señor, y bien constará a V.S., que este año la Rda. Comunidad ha mandado a ambas Guayanas pasados de sete– cientas cargas de casabe, sin tanta carne fresca y salada, y ciento treinta hanegas de maíz tengo a V.S. ofrecidas. Verdad es, señor, me viene a los