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58 FUE NTES PARA LA HISTORI A COLON IAL DE VENEZUELA 151 Carta de D. Joaquín Moreno, Comandante de Guayana, al P. Prefecto de la misión, en la que pone de relieve la colaboración prestada por los mi– sioneros en los trabajos del traslado de Guayana a la Angostura (Angostu- ra, 7 marzo 1765) ( STRICKL AND, o. c., 8). Muy Rvdo . P. y señor mío: Lo fatigado que me hallaba con asun– tos impertinentes y odiosos, con motivo de la partida de D. Juan Val– dés y la urgencia de los importantes del servicio del rey, urgiendo por otra parte mi venida a este paraje, fue causa de haber salido de Guaya– na repentinamente y casi huyendo; por esto no pude participarlo a V.R. pero no olvidó mi respeto ejecutarlo por el medio que me permitió el tiempo, dejando encargado al Contador para que lo hiciese en mi nom– bre , quien me ha dicho que así lo practicó . Aunque estoy hecho cargo de la escasez de religiosos con que se halla V.R. en esas misiones, no puedo excusarme por la obligación en que me hallo de hacer presente a su gran prudencia el estado urgente en que estamos de que V.R. se sirva de dar providencia de un Padre para el de– bido cumplimiento eclesiástico y demás que se ofrezca del pasto espiri– tual, mayormente hallándose para partir de aquí el P. Bernardino San Félix Becerra, que, a mis ruegos, se ha detenido tres meses en este pa– raje y, mediante la precisión que llevo expuesto a V.P. , espero que sin dilación providenciará de ministro por algún corto tiempo, como así se lo suplico muy afectuosamente. Voy a escribir al señor obispo sobre este asunto y el P. Becerra me ha ofrecido volver lo más breve que pueda y, mediante a que yo juzgo muy próximos los Padres que se esperan de España , me parece que de un modo u otro nos socorrerá Dios de remedio presto . También suplico a V.R. muy afectuosamente se sirva disponer que la tanda de peones próxima lleguen todos al número de 150 siquiera, exceptuando los que V.R. haya proveído para la fábrica de cuarteles en– tre los castillos de Guayana, porque la necesidad de fábrica de casas de los pobres antes del invierno es muy grande y todos se hallan ya tras– ladados aquí , clamándome por peones para la fábrica de sus casas, por hallarse muchos a la inclemencia con solo el amparo de la sombra de algún árbol, y a mí me ha sido preciso tomar esta arrebatada determi-