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376 FUENTES PARA LA HISTORIA COLON IAL DE VENEZUELA dente lo que tuviese por conveniente, a fin de que tengan el alivio que so– licitan los naturales, en la inteligencia de que, para su traslación, no han de causar costo alguno a Su Majestad en la construcción de casas, iglesias y demás necesario. Nuestro Señor guarde a V.S. muchos años. Caroní y junio, 22, de 1784. - Besa la mano de V.S. su más atento y se– guro servidor, Fray Hermenegildo de Vic, Prefecto. M.R.P. Prefecto Fray Hermenegildo de Vic. Muy señor mío: Habiendo contestado el Sr. Intendente a la última representación hecha por V.R. relativa a la traslación de los pueblos de Santa Ana y Montecalvario, me dice: "Que para resolver en el asunto, necesita se le remitan copias auténticas de las órdenes que se comunica– ron anteriormente para haber demolido los primeros pueblos en que es– taban fundados, como asimismo copia de los informes o justificaciones que precedieron a la mutación de terrenos, o de las reales disposiciones, si las hubo". E igualmente pide se le informe si el sitio a que ahora pre– tenden trasladar los pueblos, es el mismo en que antes estuvieron funda– dos, o es más abajo de las fortalezas o más arriba. Todo lo que participo a V.R. para que, instruido de las circunstan– cias que se expresan, se sirva remitirme los documen tos que se piden con el informe por separado. Nuestro Señor guarde a V.R. muchos años. - Guayana, 10 de octub re de 1784. - Besa la mano de V.R. su más atento y seguro servidor, Antonio de Pereda. Señor Intendente general del Ejército y Real Hacienda y Juez de tierras. - Fray Félix de Tárraga, misionero apostólico, Conjuez y Pro– curador de las misiones de los RR. PP. Capuchinos catalanes de la pro– vincia de Guayana, con el respeto debido a V.S. dice: Que los indios de los pueblos de Santa Ana y de Santa Cruz de Montecalvario estaban si– tuados en parajes que tenían tierras de labor en que hacer sus semente– ras de maíz, yuca y otras semillas de que hacen su alimento y bebidas, con tanta necesidad, que, hambrientos, se han huido muchos a sus anti– guas selvas de donde fueron sacados a expensas y laboriosas fatigas y riesgos de los misioneros, sin que haya sido posible otro algún remedio que los contenga en la reducción y formalidad civil de pueblo, expuesto el misionero a levantamientos y peligros de su vida, como todo consta de los documentos que por vía del gobernador de aquella provincia se han remitido a ese tribunal, al mismo tiempo que en él también se ha– llan los operados sobre la venta y composición de las tierras propias de dichos pueblos por D. José Damián de Cuenca, comisionado para los de aquella región.

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