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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 371 próxima y por no darlo sin necesidad, se deja para cuando no lo puede remediar el misionero cuando quiere, aunque esté en el pueblo. 7'! De los matrimonios, a más de las ya significadas faltas graves, hay mucho que reparar en lo de casarse fiel con infiel y de fiel con fiel modo gentili, que, como dije en otra parte, son unos amancebamientos autorizados, sobre que pide remedio el P .N. de N. Sería nunca acabar el querer referir uno a uno los desórdenes que se siguen del método establecido y así lo de– jo a la consideración de V.P.M.R. Pues basta lo dicho para que cualquiera discurra el infelicísimo esta– do de aquellas almas que, teniendo tanta capacidad para pecar, tienen tanta imposibilidad de ponerse en gracia de Dios, y de aquí infiera cuán– tas se habrán condenado hasta ahora, que se hubieran salvado, según es de decir, si se hubieran catequizado de otro modo. Cuántas se condenarán todavía si no se pone el oportuno remedio. Y, por mi parte, lo he procurado oportuna e importunamente desde el principio que estuve en América, para no hacerme reo de tantas muer– tes eternas, y con el mismo fin he acudido a los superiores de allí con continuas y varias representaciones, como consta en diferentes adjuntas; mas viendo que con esto tampoco he logrado el deseo y preciso reme– dio, he juzgado ser de mi obligación acudir finalmente a V.P.M.R., de cuyo celo lo espero muy cumplido. Sé muy bien que el Señor Papa, en la bula de donación de las Amé– ricas a los Reyes Católicos de España, les encarga, como condición pre– cisa, la educación debida de los indios en la santa fe católica. El monar– ca, por no poderlo ejecutar personalmente, lo encarga a los M. RR. PP. Comisarios de Indias principalmente en las cédulas y leyes reales, y señala estipendios para los operarios. Los dichos RR. Padres se descargan en– cargando al R.P. Prefecto y demás misioneros, dándoles las ordenanzas de Indias y sus declaraciones, de cuya observancia confían el desempe– ño de este apostólico ministerio. Pero si contra estas esperanzas ven los misioneros que los indios se quedan en su ignorancia, vicios e infidelidad y no lo hacen saber al M.R.P. Comisario que no puede verlo ni saberlo naturalmente de otro modo, ¿quién libr ará a dichos misioneros de la nota de gravísima y pu– nible omisión? Yo juzgo que, atendiendo a esto, será de V.M.R . bien recibida y atendida esta mi representación y se le dará pronto, favorable y eficaz despacho, como rendida y fervientemente suplico, en caso tan grave y de tan notables consecuencias para bien de las almas y gloria del Altísimo,

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