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334 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA aquellas naciones de indios, con las cuales la suya tenía paz; y así no sería de extrañar que ese indio de Ayma, sentido del justo agravio, ha– blase mal de los españoles y aconsejase mal a sus amigos y aliados para que matasen a los españoles. Pero, dado que ese indio dijese y aconse– jase a aquellos indios bárbaros, nada se debe atribuir a influjo de los Padres misioneros, pues nada sabían de lo sucedido. Mucho más podría informar a V.S., pero, como nuestros descargos más por extenso constan en las declaraciones que, como referido queda, tengo presentadas al Excmo. Sr. Virrey de Santa Fe y al rey nuestro señor, que Dios guarde, omito por la brevedad ponerlas aquí, quedán– dome con el dolor de ver cómo de algunos años a esta parte se mira la Rvda. Comunidad tan falsamente perseguida y ultraja da, no obstante las providencias que la piedad de nuestro rey y señor tiene dadas en va– rias cédulas y con especialidad en la de San Ildefonso a 20 de septiem– bre de 1772, y en otra fecha en San Lorenzo a 10 de noviembre de 1774, tomando tan denigrativ as declaraciones a unos sujetos tan viles que cuasi todos son de color quebrado y sacados por sus delitos, des– terrados de las cadenas y calabozos de la capital de la Angostura, siendo verdad que siempre la Rvda. Comunidad de misioneros capuchinos cata– lanes se había merecido la aprobación de su buena conducta y recto mo– do de proceder, de todos los Ilustrísimos Obispos en sus visitas y Seño– res Gobernadores, y con especialidad del Sr. Gobernador de Cumaná y Guayana, D. José Diguja, como consta del decreto de visita de nuestras misiones. Todo lo cual informo a V.S. para que sea servido de resolver lo que sea de su mayor agrado. Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años. Caracas y mayo, 22, de 1778. - Señor Gobernador y Capitán general. - Be– so la mano de V.S. afecto servidor y capellán, Fray Mariano de Sabadell, Prefecto. - Señor Gobernador y Capitán general D. Luis de Unzaga. Muy señor mío: Quedo enterado por la de Vuestra Paternidad Muy Reverenda, de 22 de mayo anterior, de cuanto me expone en satisfac– ción de los cargos que resultan contra los misioneros de su Venerable Comunidad, sobre los excesos y oposición a la expedición para el descu– brimiento del Dorado y laguna Parime, de los autos que le acompañé en oficio de 20 del mismo mes, y espero de su religiosa conducta y cristiano celo al servicio de Dios y del rey desvanecerán con públicos testimonios tales denunciaciones, acreditándolo con la calidad de los indios, conser– vación de sus poblaciones y aumento de las reducciones que se lograrán desde luego procediendo en todo con buena armonía y de acuerdo con

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