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316 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA das contra nuestro estado; yo, por mi parte, siempre estoy temiendo con más fundamento que el Apóstol, el: "Timeo ne cum aliis praedicaverim", etc. En cuanto al victo y necesario par vivir, en pagando el rey mediana – mente los sínodos ( ahora estamos atrasados en más de sesenta mil pe– sos) , y con un poco que se beneficia del hato, hay para pasar . Para las entradas o sacas de indios del monte es necesario lo que llevo dicho: que se cobren los sínodos que nos consigna el rey, porque son funciones que importan muchos gastos y tener algunos soldados pa– ra escolta y resguardo, y como al presente nos falta una cosa y otra, por eso tiempo há que no se hacen dichas entradas. Puestos ya los indios al pueblo, lo que considero más necesario pa– ra que sean útiles a Dios, al rey y a sí mismos, es que el Padre misione– ro haga fervorosa oración para sí y para ellos, y los meta dentro de las llagas de nuestro Redentor Jesús crucificado: que procure quitarles el vicio de la borr~chera y españolados o que hablen en español; sin es– to no adelantan cosa, y en esto trabajamos toda la vida con poco fruto; con todo, los indios que tenemos más antiguos de población, que son los pariagotos, han ya mejorado mucho. También experimentamos que, puesta la muchachada en escuela, y los pocos que viven a casa del Padre, aprenden cuanto se les enseña; pe– ro, como a los 14 años de edad se casan, dejan lo bueno y cogen los vi– cios de los del pueblo; de modo que si dicha muchachada se separasen de los viejos, poniéndolos a modo de Colegios, y después de ellos solos se formasen pueblos , saldrían buenos cristianos y aptos para todos los ofi– cios, y, ya que no se logra esto, soy de sentir que al menos había de ha– bar un pueblo en la provincia que tuviese dicho colegio o escuela gran– de, en donde hubiese algunos muchachos de cada pueblo con un Padre de genio y talento que sólo cuidase esto; así saldrían algunos muchachos buenos para cada pueblo y aptos para enseñar a otros. Ahora en los más de los pueblos tenemos escuela de música y doctrina, y lo que sucede es o que el Padre no tiene genio y talento de muchachada, y de otra parte está ocupadísimo en varios y precisos empleos, que no puede atender a todo, y por eso poco adelantan dichas escuelas. Otro proyecto sobre la enseñanza de la juventud, de que resulta el bien o el mal de los pueblos, y es que en cada pueblo hubiese un buen Maestro español; tantos estudiantes que hay en Cataluña y España ocio– sos, podría el rey enviar a los que tuviesen vocación y poner uno a cada pueblo, y para que el rey no tuviese que gastar cosa en mantenerlos, se

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