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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 35 Me parece, Rmo. Padre, que debe ser necesario también explicar la situación de la villa empezada, cuyo fin es para sujetar a los indios y tener gente para ir a las entradas, si conviene. Está situada entre las dos misiones de Altagracia y Cupapuy, en distancia de legua y media de cada una de dichas misiones y en distancia de 14 leguas de la ciudad de Guayana, poco más o menos. Dicha villa tiene buenos montes, casi pegados a ella, de labor para cualquiera frutos, de cacao, de caña, taba– co, yuca y maíz, sin haber de hacer mal tercio a los indios, porque por la parte de oriente tienen los vecinos montes hasta la misión del Palmar y dista 9 leguas de la villa, y por parte del poniente aun dista más la de Murucuri, y todos son montes buenos y el sitio es de muy buen tem– peramento, bien batido de la brisa, que es el viento más sano de estas tierras, y tiene buenas aguas, aunque no tiene río navegable; tiene bue– nas y bastantes sabanas para pastos de ganados. Todavía no tiene Justicia la villa, aunque supliqué al señor gober– nador se sirviese constituir teniente a D. Luis de Ribas: me respondió que le parece falt an todavía algunas circunstancias; tal vez querrá hacer tomarles posesión, yo no sé. Después contestéle que la necesidad me obli– gaba en esto serle impertinente: no sé qué me dirá. Si somos afortunados de alcanzar la escolta, con ella adelantare– mos mucho, con el favor de Dios, y los españoles de la villa nos ser– virán para el sosiego de las misiones, indios poblados. Con la muerte de los PP. Fr. Narciso de La Bisbal y Fr. Joaquín de Barcelona será preciso que se pidan dos sacerdotes más sobre los ocho que pedimos. 143 Real orden al Comandante general de Guayana para que facilite a la mi– sión de Capuchinos catalanes una escolta de 20 a 30 hombres con su oficial (Madrid, 22 diciembre 1763). - Original (AGI, Caracas, 391). Siendo muy agradable al rey el acierto, buen orden y aplicación con que los misioneros capuchinos catalanes ejercen su ministerio, procuran– do fomentar y establecer nuevos pueblos de los naturales que reducen, y, deseando Su Majestad auxiliar y proteger a estos religiosos para que vayan en aumento los buenos progresos experimentados desde los prin -