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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 295 216 Carta del Prefecto P. Mariano de Sabadell al Comandante Cent urión, in– sistiendo en las quejas por los atropellos de que eran víctimas los indios de la misión (Caroní, 17 julio 1776) . - Copia autenticada (AGI , Caracas, 967) . Sr. Comandante general D. Manuel Centurión. Mi venerado señor: A las quejas que de oficio representé a V.S. de Padres misioneros de la Barceloneta y del pueblo de San Pedro de las Bocas, en carta de 26 de junio , para alcanzar de V.S. el remedio sobre el asunto que en ellas representé y hasta el presente no he tenido el con– suelo de la respuesta, se añade otra del P. Presidente del pueblo de San Antonio, que me participa en carta, cuyo tenor al pie de la letra, es co– mo se sigue: "M.R.P.Prefecto (p.s . ): En ésta se ha presentado hoy a las tres de la tarde el Sr. D. Juan Lorenzo, tenien te de Upata, y, después de previo aviso, me leyó un escrito o auto , en el que me intima orden de parte del Sr. Gobernad or para que sin dilación vuelva a mandar otra vez la peonada en la capital con el pretexto de que la mayor parte de los in– dios se volvieron antes de llegar allá y, en caso yo no lo haga o no quie– ra hacer, que independiente y absoluto lo ejecute dicho señor teniente. A esto último he respuesto con protesta verbal, y a lo primero que , sin orden de V.P.R. , no lo haría, por muchos motivos y en especial por te– ner orden suya el que componga una ranchería por el camino del hato, que por razón de estar muy necesitada la capital, no admite dilación di– cha obra, por no exponer las cargas de casabe, que se han de bajar para abastecerla; también porque no quiero exasperar los indios, quienes lle– garon de allá medio hambrientos , diciendo que no habían podido aguan– tar por la escasez del casabe, y que todos afirmaban haber llegado, ex– cepto tres por enfermedad, y trabajado poco o mucho; y, no obstante la expresada y gravísima necesidad, junto con su rudeza, los forzaba de algún modo a volverse, no lo ejecutaron hasta que algunos de ellos se pre– sentaron al Sr. Gobernador y les dijo que se fuesen, y los otros, pre– sumiéndose con esto eximidos también, siguieron su ejemplo; y por úl– timo le he dicho : " que así como yo no puedo escribir a Su Señoría sin permiso de V.P.R ., así tampoco puedo ejecutar dicha orden sin el dicho permiso: que para este fin haría expreso a V.P.R. para no errar". Con ninguna razón ni protesta he podido salir con dicho señor teniente para

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