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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 287 No puedo menos de exponer a V.E. que este hato ha movido la co· dicia de muchos para perseguir a los Capuchinos y persuadir al público que es cosa indecente e indigna a el estado austero que profesan, el poseer y gobernar tanto ganado, no haciéndose cargo de los justos motivos que ha habido y hay en el día para que estos Padres tengan el manejo de su ganado. Para que se vea más claramente que es muy conveniente que los dichos Padres prosigan en el gobierno de su hato, hago presente a V.E. que varios dueños de hatos de la provincia de Barcelona han dejado los pastos y terrenos que tenían en su provincia y los han llevado a pastar en las orillas del Orinoco, con el fin de conseguir la multiplicación y fecun– didad que ven en el de los Capuchinos. Y he oído a algunos de ellos que consiguen la multiplicación pero que no les luce ni se hace visible por dos defectos que padecen los dichos dueños y que evitan los Capuchi– nos, que son los siguientes. El primero es que en aquellas partes abun– da mucho la garrapata y otras plagas, las cuales inficionan las crías y ma– tan a muchas, porque los dueños no cuidan de preservarlas de estos da– ños, y los Capuchinos tienen sujetos destinados para este importante cui– dado. El segundo defecto es el trato ilícito a que los incita la cercanía de las islas extranjeras, de que resulta la escasez de carne en toda la pro– vincia de Guayana y la de Barcelona. Y los PP. Capuchinos obran en este punto con grande justificación, de modo que ni sus enemigos se han atre– vido a acusarlos de trato ilícito. Tengo noticia de que el rey nuestro se– ñor concedió en el año de 73 doce mil pesos a los Padres misioneros de Píritu para que funden otro hato, mirando en esto a la conservación y au– mento de aquellas misiones, y espero que por este medio se conseguirá mucho adelantamiento, especialmente si el Comandante D. Manuel Cen– turión prosigue en la idea de fundar pueblos hacia la raya de los linderos de aquella provincia con las colonias extranjeras para impedir a los indios por este este medio la fuga y comercio con ellas. La cuarta pregunta de V.E. es qué concepto tenga formado sobre la fidelidad de los indios de Guayana y su radicación así en la religión católica como en la debida subordinación a las justicias y sus curas, o si subsiste fundado recelo de que abandonen sus pueblos y bienes adquiri– dos, retirándose a los montes: qué noticias o conocimiento tengo sobre el modo con que han sido y son tratados por los justicias, misioneros y particulares . Y respondiendo por partes digo a V.E . que aquellos indios me parecieron más bien bestias que hombres, por lo que me parece que sus luces son tan escasas que no pueden reputarse fieles ni infieles al rey. Y asimismo creo que la religión católica no está radicada en sus almas.

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