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240 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 203 Cédula al Virrey del Nuevo Reino de Granada, en que, después de expo– nerse la situación de la misión y el proceder del Comandante Centurión y de los misioneros, se aprueba la conducta de éstos y se ordena lo que de- El Rey. be realizarse (Madrid, 6 julio 1774) . - Copia (BALTASAR DE LoDARES, O.F.M. Cap., Los Francisca– nos Capuchinos en Venezu ela, II, Caracas, 1930, 243-247). Virrey, Gobernador y Capitán general del Nuevo Reino de Grana – da y Presidente de mi Real Audiencia de la ciudad de Santa Fe: En car– ta de veinte de íunio de mil setecientos setenta y uno, acompañada de varios documentos, dio cuenta el Gobernador y Comandante general de la provincia de la Guayima de las providencias que tomó para la mayor se– guridad de ella, y que, para poner a cubierto el río Caroní como barrera principal de las misiones encargadas en aquella provincia a los religiosos capuchinos de Cataluña, había puesto un cabo a guerra, que, como co– mandante y juez territorial de los cuatro pueblos de indios: Caroní, Mu– rucuri, Montecalvario y Caruachi, que se hallan situados a veinte leguas de la Guayana en las márgenes de aquel río y cerca de su boca, instruyese a sus habitantes y los gobernase en lo político y militar para que pudiesen ser útiles a la defensa de la provincia en caso de que la acometiesen los enemigos. Que llevando a mal los misioneros capuchinos esta providencia, se opusieron a ella con pretexto de que no habían presentado aquellos pue– blos para que se demorasen los indios, y de que por consecuencia no debía haber allí corregidores que los gobernasen en lo político por incum– birles esto a ellos como misioneros. Que esta idea se halla destruida de fundamento, así por repugnar a toda razón que, siendo religiosos, se ocupen en las materias del gobierno civil como porque, habiendo otros pueblos de indios en las márgenes del Orinoco y Río Negro, mucho más modernos que los cuatro ya referidos, cuya fundación es respectivamente de 47, 17 años, se hallan aquéllos go– bernados tiempo há, en lo político y militar, por cabos y oficiales, sin que se hubiesen opuesto los misioneros franciscanos ni los capuchinos anda– luces, confesando todos, a excepción de los catalanes, que el gobierno político de los indios toca a los ministros reales, y que, si en algunas re-