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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 237 podía mandar, formando un agravio sobre la expresión de arbitrios; no sé qué otras razones incluiría pero sí me consta que el expresado Prefec– to se lamentaba bastante condolido de que aquel Comandante le hubie– se tratado de hombre de poca crianza, y lo mismo me aseguraron sus her– manos religiosos . . . 54. - Desde este hecho se vieron amenazados estos religiosos de que habían de pagar diezmos de sus bienes y que se les pondría corregidores . . . 58. - Todos estos asuntos de mansedumbre y religiosidad con que siempre han contestado estos varones apostólicos, se opone directamente al espíritu de aquel Comandante, dispuesto a luchar porque tiene toda la fuerza del gobierno, los recursos a la superioridad muy remotos y la fa– cilidad de comprobantes a la mano, pues, ¿quién sería capaz de resistir– se justo o injust o a firmar lo que él prop usiese, particularmente entre aquella infeliz gente? 68 . - En esta constitución levantó aquel Comandante la empresa de quererles contar el ganado, lo que sólo pudieron ejecutar a ojo de buen cubero, pues es imposible hacerse de otro modo; asimismo levantó el figurado ingreso de los diezmos, y finalmente puso los nominados corre– gidores, con cuyos asuntos se facilitó una venganza completa, al paso que se aparenta una gloria de su celo y esmero. 69. - Estos son los motivos de queja que les haya dado aquel Co– mandante sobre contribución de diezmos de los bienes que poseen, y en– tiendo, por cuanto se deja conocer, son efectos de pura ojeriza, hacién– doles poseedores de unos grandiosos bienes con el expresado hato ... Y, aunque por todas las soberanas intenciones y leyes de Recopilación de estas Indias, nada se exime de pagar diezmos, parece puede mirarse excep– tuadas de dicha paga las misiones, cuando se refunde en ellas mismas, por paga de curas doctrineros, con la diferencia sola en ser frailes, pues, ha– ciendo una masa común, viven todos de comunidad y, si algún sobrante pueden invertir, claro es que los ejecutan en servicio de ambas majes– tades, sin que con verdad pueda probarse el que ningún religioso catalán, regresado a los reinos de España, haya exportado el más leve interés ... 70. - Si los RR. PP. Capuchinos comprendiesen que aquellas misio– nes están en disposición de encabezarse y entregarse a doctrina, ¿qué em– barazo tendrían, sabiendo que éste es el fin a que trabajan? Y aun cuan– do entregasen uno u otro pueblo, les falta plantel de donde sacar almas de la misma forma que lo han hecho hasta aquí. . . Pero las miras de aquel